Messi pierde los papeles con el penalti de Cristiano Ronaldo

El futbolista del Barça está más dolido por el gol de la undécima que por su lesión

El rostro de Leo Messi denota decepción. Decepción porque un gol de penalti puede alterar ligeramente el curso normal de la historia del fútbol. El futbolista se retiró lesionado del partido que disputaba con Argentina contra Honduras, pero le duele más el tanto de Cristiano Ronaldo que vale una Champions que los problemas musculares que sufre. Sabe que el Balón de Oro 2016 se le escapa. Por un penalti.

Así es el fútbol. Un jugador que parecía acabado termina el curso con más de 50 goles. Un futbolista que estaba sentenciado, que jugó la final de Champions lesionado y sin hacer absolutamente nada, se erige en el héroe del partido y de la competición por un gol, el definitivo, en la tanda de penaltis. Termina, además, como máximo realizador del torneo. Un tanto crucial y un trofeo muy prestigioso que lo devuelven al primer lugar en la lucha por el Balón de Oro.

Messi está dolido con esta situación. Para Leo lo primero es el equipo, pero a estas alturas, después de la temporada, sueña con seguir haciendo historia y llevarse el sexto Balón de Oro. Sabe que el éxito de Cristiano sobre la bocina le quita a él casi todas las opciones. El 10 se presentará en la gala de Zúrich con un doblete, sí, pero en el que ha sido menos determinante que en otros años: ni marcó en la final de la Copa (sí asistió) ni es Pichichi ni es Bota de Oro. Lo es Suárez.