Los whatsapps en el vestuario del Barça desnudan al Real Madrid-Celta 

La ajustada victoria (2-1) enciende la llama

Saltan todas las alarmas. Lo que debía ser un fin de semana tranquilo para el Real Madrid, se convirtió en un auténtico infierno. Los hombres de Zinedine Zidane debutaron en casa ante el Celta en una cita que se preveía más que asequible. Sin embargo, el guion del partido no fue el esperado, ni para los jugadores ni para la afición. En el Santiago Bernabéu se vio a un equipo sin garra y poco solvente, que lo pasó muy mal para acabar imponiéndose al conjunto gallego.

De hecho, el equipo de ZIzou acabó venciendo in extremis gracias a un gol de Toni Kroos. El alemán aprovechó bien una jugada de Lucas Vázquez finalizándola con un chute lejano. Salvó al Madrid. Aun así, el resultado en el marcador no logró salvar al club madridista de críticas. Y es que el ajustado marcador, el papel que demostró el equipo sobre el terreno de juego y las actuaciones arbitrales desenterraron el hacha de guerra.

El árbitro, en el punto de mira

El gol en posición de fuera de juego de Álvaro Morata (1-0) ha sido el foco de atención en las últimas horas. El colegiado, Ricardo De Burgos Bengoetxea, consideró que la jugada era legal y no pitó nada. Sin embargo, tras las repeticiones se puede observar que el ariete blanco se encuentra más avanzado que la defensa gallega cuando se inicia la jugada.

Este polémico gol ha desatada una lluvia de críticas. Y es que las presumibles ayudas arbitrales a ciertos equipos son el pan de cada día en la competición doméstica. En este sentido, parece que hay ciertos jugadores del vestuario azulgrana que ya se han manifestado. El cruce de mensajes entre los compañeros barcelonistas fue constante tras el partido del Madrid. Y es que los culés vigilaban de cerca al gran rival.

La fortuna suele acompañar al equipo merengue, por lo que el gol in extremis de Kroos y el tanto en posición no reglamentaria de Morata incendiaron un cruce de mensajes entre ciertos pesos pesados del Barça. Los barcelonistas le ven las orejas al lobo y temen otra temporada en la que la ayuda arbitral pueda tener un papel protagonista.