Los siete problemas ocultos en el vestuario del Real Madrid

El equipo de Zidane no llega con el mejor estado de ánimo a la final de la Champions

La Liga del FC Barcelona y las dos semanas parados que estarán los jugadores del Real Madrid empiezan a pasar factura en el vestuario. Los futbolistas tienen ganas de jugar ya el partido decisivo, la final de la Champions, y mientras tanto la prensa tiene que tirar de ingenio y de informaciones reservadas para llenar páginas. ¿Qué ocurre? Que ello genera inestabilidad e inseguridad en algunos cracks blancos: los siete problemas ocultos ganan peso.

James Rodríguez está en una situación límite. Decepcionado con Zidane, por los pocos minutos que le ha concedido en el tramo final de temporada, el centrocampista colombiano piensa en buscar una salida. Tiene la mente más metida en la Copa América –ha renunciado a los Juegos Olímpicos– que en la final de la Champions, donde solo aspira a jugar los denominados minutos de la basura.

No mucho mejor está Isco Alarcón. El malagueño ha tenido algo más de confianza por parte de Zidane en los últimos partidos, pero tampoco cuenta para el 11 de gala. El jugador dice que quiere seguir en el Madrid, pero no a cualquier precio. Tras tres años en el club blanco, espera una renovación y mejora salarial. Si no llega, buscará una salida. No está centrado.

Toni Kroos sí que es uno de los titulares indiscutibles del Real Madrid, pero ello no es suficiente. No ha terminado de sentirse feliz en el club blanco, tras dos años con muchas polémicas, tensiones, frustraciones y derrotas amargas. Ha comprobado de primera mano la inestabilidad que se vive en el Madrid y está buscando una salida sin hacer ruido.

Gareth Bale es de los pocos que pueden estar contentos. Tiene minutos y se siente muy bien valorado por el presidente y el club, aunque la afición a veces lo discute por las dificultades que muestra para interpretar el juego colectivo. El problema del galés es que se lesiona con frecuencia y no llegará en plenas condiciones al 28 de mayo, para la final de Milán.

Cristiano Ronaldo, en cambio, parece ya plenamente recuperado de las molestias que arrastró en la fase final de la temporada. El portugués, no obstante, está completamente encabezonado en cuajar una buena actuación individual. Obsesionado con Leo Messi y el Balón de Oro. Centrado en marcar el gol de la final y pasar a la historia. Su actitud es peligrosa para el equipo.

También preocupa la actitud de Keylor Navas, venido abajo en los últimos días. Los medios de comunicación vuelven a hablar del interés del Real Madrid por David de Gea y el guardameta se huele que volverá a salir salpicado. Está intranquilo porque ya no sabe en quién confiar dentro del club. Se la jugaron una vez y cree que volverán a hacerlo.

El último problema afecta a Rafa Varane. El defensa se siente defraudado por Zidane, hombre que siempre confió en él y que no le ha dado posibilidades con Sergio Ramos y Pepe siempre por delante. No lo entiende pero considera que ya es el momento de dar un paso al frente y tener minutos. Si no es en Madrid, será en otra parte.