Los jugadores que los titulares no quieren ver ni en el banquillo del Barça

"Quizá esperaba otra cosa de los cambios y me lo apunto", añade el técnico, Luis Enrique, tras empatar con el Deportivo

La paciencia llega a su fin. El Barça 2015-16 se aguanta con alfileres. No hay más equipo que once futbolistas para todas las competiciones. Doce, como mucho. Trece si se tiene en cuenta que Luis Enrique utiliza a los dos porteros, Claudio Bravo y Marc-André ter Stegen, por igual. El resto de integrantes de la plantilla son decoración. Relleno. Incluso estorbo, según se comenta en las entrañas del vestuario. Los titulares y el técnico han puesto la cruz a varios compañeros.

El empate ante el Deportivo tras tener una renta de 2-0 ha sido la gota que ha colmado el vaso. El conjunto gallego, muy serio en su planteamiento, aprovechó la ausencia de Neymar, unida a la inoperancia de Munir y Sandro, y a la entrada de Mathieu en el 76′ para dar la campanada. «Quizá esperaba otra cosa de los cambios y me lo apunto», disparó un Luis Enrique que elogió el trabajo y el esfuerzo de los otros futbolistas alineados.

Sin confianza

Munir y Sandro, las grandes esperanzas de la cantera, han tenido ya demasiadas oportunidades para convencer a futbolistas, cuerpo técnico y afición. No dan la talla, hoy por hoy, ni tienen confianza. La presión de jugar a la sombra de la MSN hace mella en sus capacidades. Hasta el punto que algunos compañeros no los quieren ni en el banquillo. Tampoco a Mathieu, uno de los grandes retratados de esta jornada (y de otras anteriores). Su continuidad el 1 de julio se antoja harto complicada.

Qué decir de Douglas, aunque en este caso son varios los futbolistas los que le muestran cariño porque entienden que es una víctima. ¿Vermaelen? ¿Adriano?. Son de cristal y no dan seguridad. Mejor valorado está Marc Bartra, pero en su caso es un descarte de Luis Enrique. Sergi Roberto, que parecía sentenciado hace unos meses, es el auténtico jugador número 12.