Las conversaciones secretas de Pep Guardiola con jugadores del Barça

El entrenador del Manchester City mueve ficha antes de regresar al Camp Nou

Pep Guardiola vuelve a casa. Y, como siempre, lo hace por la puerta grande. Aclamado, por ser el entrenador más grande y laureado de la historia del FC Barcelona. Vitoreado por todo lo que consiguió. Pero también criticado por un sector del barcelonismo, el menos cruyffista, que mira con recelo los éxitos del club catalán y aprovecha sus desavenencias con algunos cracks del primer equipo –como con Leo Messi en su día– para ponerlo en entredicho.

Lo cierto es que existen motivos que explican el descontento que una parte de la culerada tiene hacia Pep Guardiola. La mayoría, no obstante, ocurrieron este verano. Y no se trata solo de que se llevase a Nolito al Manchester City –lo que propició que el Barça terminase realizando una operación más que cuestionable con el fichaje de Paco Alcácer– o de que birlase a Claudio Bravo para convertirlo en su portero titular. Se trata de todo lo otro que intentó.

Guardiola y los intermediarios del Manchester City tuvieron varias conversaciones con cracks del Barça este verano. Sondearon a varios jugadores importantes y a algún intocable. Uno de ellos fue Sergio Busquets. Guardiola, que comparte representante con el futbolista de Badía, le transmitió que si en algún momento se sentía infeliz o mal tratado por la directiva de Josep María Bartomeu acudiese a él. Le tendió la mano por si se complicaba su renovación.

¡Hasta cinco jugadores!

Pep también negoció con Marc-André ter Stegen antes de lanzar la ofensiva sobre Claudio Bravo. El catalán tenía muy claro que se llevaría a uno de los dos guardametas. Pero no fueron los únicos. Informaciones de Mundo Deportivo apuntan que Guardiola se aproximó a dos miembros del tridente: Luis Suárez –cuyo hermano, Pere Guardiola, es su representante– y Neymar, al que ya conocía de hacía unos años: lo intentó fichar en 2013 para el Bayern de Múnich.

Por último, Guardiola también sondeó a Javier Mascherano, como ya informó este diario hace meses. El técnico veía al Jefecito como una buena alternativa tanto para la defensa como para el centro del campo mientras construía el equipo y sabía que en el Barça podía perder protagonismo. Además, le gustaba la experiencia de Masche en la Premier. Pero el argentino estuvo listo y utilizó los intereses de Pep para lograr una nueva renovación dorada con el Barça.