La última niñería de Cristiano Ronaldo le deja en evidencia contra el Napóles (y Florentino Pérez acelera su sentencia de muerte en el Real Madrid)

Florentino Pérez señala al delantero portugués tras recibir unas lamentables imágenes

Cristiano Ronaldo volvió a hacer el ridículo con la camiseta del Real Madrid. Y ya van demasiados partidos esta temporada.

El delantero portugués se pasea por el terreno de juego como alma en pena. Sin garra, sin presión, sin ni siquiera intentar regates, pasó desapercibido contra el Nápoles (1-3).

Una vez más, fue su compañero y capitán Sergio Ramos el que le sacó las castañas del fuego con dos goles monumentales de cabeza. El camero está imparable: lleva 20 goles de cabeza con el Madrid. 18 de ellos, en partidos donde iban empatados o perdiendo.

Cristiano, en cambio, ya no merca las diferencias en duelos igualados. En San Paolo estuvo fatal. La única ocasión clara que tuvo, la mandó al palo en un lanzamiento a puerta vacía. Pepe Reina estaba vendido y aún así cometió un fallo clamoroso.

Las estadísticas, que aúpan a Ramos a los altares, fulminan a Cristiano. Esta temporada solo ha logrado 15 regates en 46 intentos.

En su primera temporada con el Madrid, Cristiano firmó 91 regates de 179 intentados, mientras que en el curso 2011-12 logró 73 regates en 205 intentos.

Sin embargo, el gran ridículo de Cristiano contra el Nápoles no fue durante el partido, que también, sino antes del choque. Concretamente, durante el calentamiento.

San Paolo se convirtió en un hervidero y se llenó con bastante antelación para calentar el ambiente. En cuanto pisó el césped, la afición la tomó con Cristiano.

Calentamiento de broma

El luso no pudo calentar tranquilo. Cada acción suya estaba sometida a la crítica de los hinchas napolitanos. Y CR7 se puso muy nervioso.

Igual que falló solo contra Reina, lo hizo antes del partido frente a los porteros del Madrid. A portería vacía. Y San Paolo sonó al unísono en carcajadas y abucheos.

Las burlas fueron a más en los lanzamientos de Cristiano de falta. El portugués no daba una una, y los napolitanos gritaban «oé» cada vez que golpeaba el balón, casi siempre directo a las nubes.

Uno de los pocos goles que anotó el portugués le sirvió para dedicar una ‘miradita’ desafiante a la grada, cosa que alimentó la ira de la hinchada.

Cristiano estaba más pendiente de los aficionados que del calentamiento en un partido crucial. Así de mal le fue, tanto la previa al partido como el mismo encuentro.

Las imágenes corren como la pólvora por el Bernabéu y han llegado a manos de Florentino Pérez. El presidente tiene cada vez más claro que el ciclo de Ronaldo acabó.