La oveja negra de Zidane en el Real Madrid: «No lo quiero aquí»

En menos de una semana el Real Madrid pondrá punto y final a la temporada y los responsables ya preparan los bártulos para ponerse de lleno en la confección de la plantilla del curso que viene.

La temporada no ha ido nada mal en el Santiago Bernabéu. Los blancos suman tres títulos –Supercopa de Europa, Mundial de Clubes y Liga– y tienen al alcance de la mano sumar la segunda Champions consecutiva y un doblete que no se ve en Chamartín desde 1958. El balance es más que positivo.

Baches

Pero en el Real no olvidan los momentos en los que el equipo ha mostrado carencias. Los de Zidane empezaron ganándolo todo y han finalizado la temporada en la misma línea, pero el bache que sufrió el equipo en invierno y les dejó sin la Copa del Rey –y por lo tanto sin el triplete- todavía duele en la T4 del Santiago Bernabéu.

Por eso el equipo necesita ciertas modificaciones imprescindibles con tal de que el equipo pueda aspirar a todo de nuevo el año que viene.

Pero el conjunto blanco también necesitará librarse de algún que otro jugador para evitar ciertos conflictos que han perjudicado al vestuario en los últimos meses. Uno de ellos tiene nombre y apellidos.

Está fuera

«No lo quiero aquí». Como venimos anunciando en Diario Gol desde hace semanas , Zidane ya ha comunicado a los miembros de la cúpula que no quiere volver a ver a James Rodríguez en el vestuario del Madrid después de la final de Cardiff.

Así lo corroboró Eduardo Inda en el programa El Chiringuito de Jugones de Atresmedia. «Zidane quiere quedarse con toda la plantilla salvo con James y Coentrao«.

Veremos cómo termina el que apunta a ser el culebrón del verano. En la T4 del Santiago Bernabéu no están dispuestos a dejarlo salir por mucho menos de los 80 millones que el club pagó al Mónaco por su traspaso en el 2014, mientras que las ofertas que tiene Florentino sobre la mesa no pasan de los 40.

Si no llega algo mejor, el mandatario tendrá que dejar salir a James a un precio low cost si no quiere tener un conflicto de enormes dimensiones en el vestuario merengue.