La distancia de Luis Enrique con los jugadores del Barça en las celebraciones

El técnico asturiano se mostró muy frío en los festejos por la Liga

Luis Enrique celebró la Liga del Barça con discreción. No quiso ser protagonista en los festejos del equipo y optó por mantenerse en un segundo plano. Nada más terminar el partido de Granada, se abrazó con sus ayudantes y colaboradores. También felicitó a los jugadores, pero con moderación. El domingo, en la rúa de Barcelona, saludó a todos los aficionados y estuvo muy contemplativo. Sin perder las formas.

El técnico asturiano estaba muy feliz por una Liga que se envenenó en los dos últimos meses. En Granada, las celebraciones fueron interrumpidas por la invasión de campo de los aficionados. En el Nuevo Los Cármenes no fue manteado por los jugadores, tal vez porque siempre marca las distancias. La suya fue un festejo tranquilo. Nada que ver con las celebraciones de Guardiola con el Barça o Ancelotti en el Real Madrid.

Luis Enrique estuvo tranquilo. En las celebraciones no hubo muchos gestos de complicidad con los futbolistas. Si acaso, con Andrés Iniesta, el capitán, y con Javier Mascherano, su hombre de confianza. Con los otros jugadores, todo fue muy discreto. Mucho más frío que hace un año. Unas horas más tarde, destapó toda su felicidad cuando el Sporting salvó la categoría.