La cláusula que mata al Barça en el contrato con Qatar Airways

Los emisarios del club, con Arroyo a la cabeza, se han desplazado de urgencia a Doha

Escapada de urgencia a Doha. El FC Barcelona quiere hacer bueno el dicho: «A la tercera va la vencida». Y con esa idea, el vicepresidente Manel Arroyo y el responsable de marketing del club, Francesco Calvo, han puesto rumbo a la capital de Catar para solucionar un entuerto que lleva meses estancado: la renovación del acuerdo con Qatar Airways.

El club necesita como agua de mayo un acuerdo que le reporte una media de 60 millones de euros anuales. Estaba pactado en junio, pero tras las elecciones del Barça, el club elevó sus pretensiones y rompió la palabra dada. Ello no sentó bien en Catar, que mostraron indiferencia y faltas de cortesía en las dos visitas que, posteriormente, hizo la cúpula azulgrana a Catar, con Bartomeu a la cabeza.

Ahora, en un intento por reactivar las negociaciones, el Barça se encuentra con nuevas problemáticas. En concreto, se trata de una cláusula firmada en la que Qatar Airways tiene un derecho de tanteo para igualar cualquier otra oferta que reciba el Barça para ocupar la camiseta del primer equipo. Si alguien paga más y QA la iguala, la camiseta sigue siendo suya.

Cláusulas peligrosas

Esto quiere decir que, ahora, Catar puede jugar las cartas como quiera. Al entender que el contrato verbal fue roto y que el Barça tuvo esa descortesía con la comitiva árabe, los catarís podrían esperar a que el club reciba una oferta mejor y, en ese caso, igualarla. Con lo que la cantidad a pagar podría estar por debajo de los 60 millones de euros que ofrecieron inicialmente.

Hay otra cláusula que ha levantado las tensiones. En el contrato todavía vigente –hasta el 30 de junio de 2016– se establecía la exclusividad de Qatar Airways con el Barça, de forma que la marca no se podía vincular a otros clubes de fútbol. Este miércoles, no obstante, el Bayern Múnich anunció un acuerdo con QA para la camiseta de entrenamiento por 15 millones de euros al año.

Esto no ha sentado bien en la cúpula azulgrana, que tendrá que tragar con esta situación si quieren reconquistar a Catar. La aerolínea podía firmar este acuerdo porque entra en vigor con posterioridad a la extinción del que tiene firmado con el Barça y, en caso de renovar, tendrá que excluirse.