Florentino ratifica a Benítez, pero abre vías de diálogo a sus espaldas

Cada vez que el presidente defiende al técnico, 'se lo carga' poco después (Mourinho, Ancelotti...)

Rafa Benítez ya prepara las maletas. Sabe que las ratificaciones del presidente equivalen a la destitución a medio plazo. Florentino Pérez desmintió las salidas de José Mourinho y de Carlo Ancelotti –los predecesores de Benítez— y, pocos meses después, preparó sendas ruedas de prensa para darles las gracias por los servicios prestados. Y eso que eran de su agrado. El técnico actual ni siquiera cuenta con su beneplácito, así que es obvio que Pérez juega a dos bandas.

Florentino es un gran estratega. Sabe que lo último que le conviene al Real Madrid ahora es una situación más convulsa de la que hay. La destitución de Benítez no arreglaría nada. Llegaría otro entrenador a media temporada y con el proyecto de otro. Es mejor que pase el tiempo y preparar el curso 2016-17 con garantías. El presidente, consciente de que se equivocó con Benítez, hace tiempo que tantea a diversos candidatos para el próximo ejercicio. Su favorito es Joachim Löw, seleccionador de Alemania. Tiene todas las papeletas (y promesas) para sentarse en el Bernabéu, pero un club tan importante tiene que contar con otras alternativas.

Pérez mantiene contacto con el técnico del Chelsea. José Mourinho es una de las opciones que maneja el presidente, a pesar de que el entrenador quiere ganar la Champions en Londres antes de regresar a la Casa Blanca. Los emisarios del Real Madrid también tantean el entorno de André Villas Boas, hoy mánager del Zenit, rival del Valencia en la Champions. Cierra el poker de ases el preparador del Castilla, Zinedine Zidane, aunque el galo ha argumentado que todavía no está preparado para el salto. Es una apuesta de futuro. Y, si las cosas se tuercen, Florentino siempre tendrá la carta del comodín: el mismo Carlo Ancelotti ha deslizado que querría regresar al banquillo del Bernabéu algún día.