Florentino Pérez termina a gritos en el avión del Real Madrid 

La cara nunca vista del presidente blanco

Florentino Pérez no pudo contener su euforia. El presidente denota una imagen de hombre tranquilo y sosegado. Con un talante sin igual. Sin embargo, cuando se trata del Real Madrid la cosa cambia.

Ya le vimos levantarse del asiento después de un gol de Karim Benzema en la Champions League. Concretamente en el tanto del empate definitivo que el Madrid cosechó en el estadio del Olympique de Lyon en la temporada 2010-11.

También en el tanto de Sergio Ramos en la final de Lisboa frente al Atlético de Madrid. El gol del andaluz en el minuto 93 volvió loco al presidente.

Ahora no solo celebra los goles. Esta vez se le vio cantando. Ocurrió en el avión que llevaba de vuelta a la capital de España a la expedición madridista.

Al borde del abismo

Por momentos parecía que el conjunto blanco iba a quedarse fuera de la Liga de Campeones. Los minutos ante el Nápoles pasaban y el resultado (1-0) seguía poniendo en serio peligro la continuidad de los blancos en la máxima competición continental. El segundo de los napolitanos dejaría fuera a los de Zinedine Zidane.

Pero como nos tiene acostumbrados, apareció Ramos para salvar al equipo. Por dos veces remató con la testa a la portería de Pepe Reina para sentenciar la eliminatoria y el pase a cuartos de final. El alivio fue monumental. Morata puso la guinda con el 1-3 definitivo.

Se desata la euforia

Los nervios estuvieron a flor de piel y la preocupación fue creciente entre los madridistas. Nadie pudo contener la alegría con la doble aparición del capitán. El de Camas fue el gran protagonista de la historia. Otra vez.

A la llegada del equipo al avión que los devolvía a Madrid, estalló la alegría de los jugadores. «¡Ramos, marca un gol!», cantaban  los desplazados a la ciudad italiana.

Unos vítores a los que, según afirma el diario ABC, se sumaron Florentino Pérez, Emilio Butragueño y hasta el director general del club José Ángel Sánchez

La vuelta a casa fue una fiesta en torno al defensa. El capitán había vuelto a cargarse el equipo a la espalda y sus compañeros le agradecieron la hazaña.