“Está gordo”. Florentino Pérez se va de la lengua en el Real Madrid

El presidente blanco avisa de turbulencias en el Barça

La situación de optimismo instaurada en el FC Barcelona ha generado mucho debate en el seno del Real Madrid. La entidad blanca preveía un año duro para el conjunto azulgrana pero su pleno de victorias despierta dudas en Chamartín.

Florentino Pérez otea vigilante todo lo que acontece en el eterno rival, y pese a que le preocupa estar a siete puntos del Barça, avisa en privado de una tormenta a punto de estallar en el Camp Nou.

El rendimiento de Luis Suárez en este inicio de temporada está muy alejado de ser el del jugador que ha liderado la lista de mejores delanteros centro en las últimas temporadas. El uruguayo ha dado claras muestras de desesperación y además no consigue una forma idónea.

Suárez llegó de verano con algún kilo de más y la lesión que arrastra desde inicio de temporada no le está permitiendo recuperar su mejor condición. Al igual que ocurriera con Gonzalo Higuaín en Turín, los seguidores del ariete han sido despiadados. “Está gordo”.

Una reacción necesaria

El nueve culé fue un fichaje frustrado de Florentino Pérez , y en vista de su rendimiento actual no puede evitar complacerse por la situación. El charrúa ha disputado 7 partidos dejando tan sólo dos goles. Unas cifras muy pobres para un Bota de Oro.

El nuevo esquema de Ernesto Valverde, que carga gran parte de juego en el flanco derecho y libera a Messi, no termina de ajustarse a las características de Luis Suárez. El atacante tiene que cubrir mucho campo en la banda izquierda y se aleja del área.

Valverde ya le dio un toque de atención por su baja forma e inadaptación al sistema, pero la protección de Leo Messi lo convierte en un intocable. Sin Suárez, el único delantero puro que le resta al Txingurri es Paco Alcácer, descartado por el propio técnico.

La falta de recambios y su estatus dentro del club hacen impensable una salida del ariete, pero deberá ponerse las pilas para frenar su mala racha. En enero cumplirá 31 años y una mala temporada puede alterar su condición de indiscutible.