El vestuario del Madrid se va de madre: el traidor, el vividor, el chivato, el pesetero y el juerguista

Zinedine Zidane, incapaz de poner freno a la actual crisis deportiva del club blanco

La autocomplacencia se instaló hace un año en el Real Madrid y ahí sigue. El club que preside Florentino Pérez atraviesa una de las peores crisis deportivas de las últimas décadas y muchos futbolistas están bajo sospecha. El equipo ha entrado en una dinámica muy peligrosa, de autodestrucción, y abundan los motes que descalifican la profesionalidad de muchos futbolistas. En el Bernabéu conviven el traidor, el vividor, el chivato, el pesetero y el juerguista. Como si de un chiste se tratara.

El Madrid sufre cada día más en el campo, pero muchos jugadores disfrutan de la noche madrileña a lo grande. Muchos se refieren a James y Jesé como los juerguistas. Al mediapunta colombiano y al delantero les tira mucho la noche y algunas fiestas suyas han sido sonadas. Eso dicen en Valdebebas, sobre todo los miembros de seguridad del club. De Jesé incluso se bromea con su sobrepeso. De James todavía tiemblan cuando les hablan de la persecución policial que sufrió tras poner su coche a 200 kilómetros por hora.

Cristiano Ronaldo, Pepe, Bale y Ramos

Cristiano Ronaldo también tiene su mote. Él es el «vividor». Al portugués también le gusta la fiesta, pero sus compañeros alucinan con sus continuos viajes personales a Marruecos. El delantero portugués,  no obstante, mantiene su obsesión por el cuerpo y, posiblemente, es quien más sufre con las derrotas.

El vestuario del Real Madrid también señala a dos futbolistas como chivatos de Florentino Pérez. Son Pepe y Bale. El brasileño y el galés tienen una buena sintonía con el presidente, a quien exponen sus quejas y cuentan muchas interioridades del equipo.

Sergio Ramos, el capitán del Madrid, también recibe. El defensa internacional tiene fama de pesetero. Florentino Pérez está muy molesto con él y asegura que su rendimiento ha caído en picado desde que renovó, con mejora incluida, su contrato.