El Madrid pone todas las fichas en la Champions

Las cuatro últimas Copas de Europa del conjunto blanco coincidieron con una actuación nefasta en la Liga

Simeone y Griezmann finiquitaron al Madrid (0-1) y pusieron patas arribas Chamartín con gritos de «Florentino dimisión». Zidane, con cara de duelo, se encargó de certificar la defunción: «La Liga está acabada». Baño táctico del Cholo a Zizou. Taponó con Torres y el francés las vías de fútbol de Kroos y Modric y el Madrid se secó como el heno. Una vez más. De los diez últimos derbis, los blancos han ganado uno. Simeone no sólo se ha convertido en el primer técnico que sale victorioso tres veces consecutivas, tres, del Bernabéu, sino que ha hecho de los de Zidane el tercer peor Real Madrid de las dos etapas presidenciales de Florentino Pérez. Un equipo zarrapastroso en lo táctico, descuidado en defensa y con una puesta en escena tan desaliñada que llega a parecer un pordiosero. Europa es ya la única tabla de salvación que les queda a un grupo de jugadores que una temporada tras otra repiten los mismos vicios que les ha llevado a ganar una, de las siete últimas Ligas.

«Tenemos cosas que ganar», recordó Zidane para endulzar la derrota. Cristiano, Danilo, Navas y Ramos, cada uno a su manera, repitieron el mantra de la Undécima. «Hay que seguir hasta el final: nos queda la Champions. ¡Queremos jugarla! ¡Queremos ganarla! Tenemos que tener orgullo y demostrarlo en la cancha», alentó el portero tico, quien, junto con Danilo, destacó entre los suyos; el lateral brasileño firmó su mejor encuentro como madridista.

Cuatro campeones de Liga distintos

El Madrid, así, no le queda otra salida que apostar todas las fichas a la Champions. Objetivo que, si volvemos la mirada al pasado, no parece un imposible: las cuatro últimas Orejonas coincidieron con Ligas nefastas y sin que en ninguna de ellas lograra proclamarse campeón de Liga. En la Séptima (1997-98), se alzó con el entorchado el FC Barcelona; en la Octava (1999-00), el Deportivo de La Coruña; en la Novena (2001-02), el Valencia CF; y en la Décima (2013-14), el Atlético de Madrid.

Y un dato más. La temporada en la que el equipo che se proclamó campeón de Liga, el Madrid estaba mucho peor que ahora a estas alturas del campeonato: había sumado 43 puntos en la jornada 26, con 12 partidos ganados, siete empatados, siete perdidos, 49 goles a favor y 30 en contra.

Pudo ser ‘horribilis’ y acabó histórica

Si hay una temporada calamitosa que admita parangón con esta en lo que al campeonato doméstico se refiere, esa no es otra que la de 1997-98. Acabó siendo histórica. Aunque pudo ser horribilis de no auparse el Madrid con la Copa de Europa. En Ámsterdam, frente a la Juventus (1-0). El club blanco tenía en aquel momento una deuda próxima a los 23.000 millones de pesetas (138 millones de euros), y se había cerrado el paso a la fase de grupos de la Liga de Campeones, al quedar cuarto en la Liga, por detrás del Barça, Athletic y Real Sociedad.

Retrotrayéndonos a aquella temporada, por estas fechas el Madrid había perdido cinco encuentros y empatado dos –los dos en el Bernabéu–, frente al Atleti (1-1) y el Dépor (0-0). Y como ahora, el Barcelona tomó Chamartín (2-3) al asalto. Los culés se situaron en la jornada nueve siete puntos por encima de los madridistas. Que incluso se permitieron el lujo de caer en la Copa ante el Alavés, líder de Segunda División. Europa se convirtió en una obsesión tan peligrosa como atractiva.

El presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, diseñó un equipo para ganar la Séptima, el Santo Grial del madridismo. Fichó a Karanka, procedente del Athletic Club; y en el mercado de invierno se trajo a Karembeu, un francés nacido en Nueva Caledonia que llevaba casi un año sin jugar en la Sampdoria por empeño por vestirse de blanco; y al brasileño Savio Bortolini, del Flamengo. En el banquillo colocó a Jupp Heynckes, el primer técnico alemán de la historia madridista.

Inesperado viaje de Casillas a Noruega

Al igual que ahora, el Madrid se convirtió en el equipo con mejores números de la liguilla del grupo D. Quedó emparejado con el Rosenborg noruego, el Oporto y el Olympiakos. El encuentro de Trondheim frente al Rosenborg (2-0), disputado el 27 de noviembre de 1997, pasó a la historia por ser la primera vez que Casillas, inesperadamente, fue convocado con el primer equipo. Al final, se recuperó Cañizares y el hoy capitán de La Roja siguió el partido desde el banquillo aterido de frío.

 

En cuartos de final, se cruzó con el Bayer Leverkusen. El Madrid no pasaba por su mejor momento de juego en la Liga. De los últimos diez encuentros, había perdido cuatro (Real Sociedad, Valencia, Tenerife y Barcelona) y empatado dos (Dépor y Valladolid). La eliminatoria contra el Leverkusen supuso la consagración de Karembeu, un jugador que derrochaba físico en el pasto. Marcó el gol del empate en la ida y abrió el marcador en el Bernabéu; Morientes e Hierro completaron el 3-0.

El ‘Partido de la Portería’

En semifinales, de nuevo un equipo alemán: el Borussia Dortmund. La ida se jugó en Chamartín, el primero de abril de 1998. Otra fecha histórica. El exceso de júbilo de los seguidores madridistas ubicados en el Fondo Sur provocó que, a cinco minutos del pitido inicial, cayera derribada la portería que estaba amarrada a las vallas. Los alemanes intentaron que el árbitro y el delegado de la UEFA suspendieran el encuentro. Sin éxito. Arreglaron el entuerto Herrerín, entonces ayudante de Julio Casabella, delegado del Real Madrid, y el ex guardameta Miguel Ángel. Los dos acudieron a la antigua Ciudad Deportiva para hacerse con otra portería. La semifinal no pudo jugarse hasta una hora y quince minutos después del desaguisado. Desde entonces se conoce como el Partido de la Portería. Por no prever la contingencia, la UEFA multó al club blanco con 115 millones de pesetas (cerca de un millón de euros), y le clausuró el estadio por un encuentro.

En la final de Amsterdan, el conjunto merengue se encontró a la Juventus de los Peruzzi, Torricelli, Pessotto, Deschamps, Inzaghi, Del Piero… y un tal Zinedine Zidane. El equipo, como ahora, ardía por los cuatro costados, y con Heynckes divorciado de gran parte de la plantilla. Y como sucede ahora también –Barça, Bayern, PSG…–, con los italianos como grandes favoritos. Minuto 66, gol de Predrag Mijatovic. El Madrid campeón de Europa.