El informe interno que saca los colores en el Barça

Dirigentes, técnicos y jugadores señalan al primero que tiene que saltar del barco

Se acabó. Hubo un futbolista del Barça que destacó sobre el resto, en negativo, a pesar del mal partido (especialmente el primer tiempo) de todo el grupo azulgrana en Málaga. Un futbolista que ni siquiera saltó al campo en la segunda mitad por el pobre y peligroso rendimiento. Thomas Vermaelen quedó retratado. No tiene culpa. Las lesiones han fulminado al proyecto de defensa central, pero no tiene nivel para el mejor equipo del mundo. Lo sabe él, lo saben sus compañeros, los técnicos y los dirigentes. Un informe interno apuntaba en esta línea con su última recaída.

Vermaelen pasará a la historia como uno de los peores fichajes del Barça. Llegó lesionado, recayó, pasó por quirófano y estuvo en dique seco prácticamente la totalidad de su primer año en el Camp Nou. En este segundo año, las lesiones han minado más su irregular rendimiento y, aunque ha estado disponible para Luis Enrique en algunos partidos, se ha perdido la mayoría. El belga sufrió su última lesión muscular hace tres meses. Estuvo casi un mes sin competir. Saltaron las alarmas. No hay marcha atrás. Los médicos y entendidos advirtieron entonces de las escasas posibilidades de recuperar la mejor versión del defensa. Málaga confirmó los presagios.

Luis Enrique es muy exigente, pero tiene tacto en estos casos. Ha dado muchas oportunidades a Vermaelen por delante de otros compañeros, pero no le dará muchas más. Los mismos compañeros sugieren al técnico que deben multiplicar esfuerzos cuando juegan con él. Le piden, según ha podido saber Diario Gol, que lo alinee en partidos menos exigentes como el de La Rosaleda, o le dé entrada cuando el resultado está encaminado. Luis Enrique lo sabe. Y toma nota. Difícilmente contará con Vermaelen en 2016-17. Una de sus peticiones urgentes para la próxima temporada es, precisamente, un central de garantías que acompañe a Gerard Piqué.