El emporio empresarial de Dani Alves

El defensa del Barça y su ex mujer sanean y diversifican sus negocios

Saneamiento y diversificación. Ésa ha sido la estrategia del defensa azulgrana Dani Alves y de su ex esposa, Dinorah Santa Ana da Silva. Desde el verano pasado, el futbolista ha diversificado sus incursiones en el mundo de la empresa con una compañía unipersonal y su exesposa (y actual representante) ha liquidado un negocio fallido de restauración y se desprendió de las acciones de la Unió Esportiva Sant Andreu. En octubre, terminó de realizar los traspasos de todas las sociedades al antiguo propietario de este club.

Alves entró fuerte en el mundo de la moda hace un año, con la creación de la marca Bam Bam y el lanzamiento de su primera colección de gafas, con diseños de Juan José Blanco de la Osa. En esa época, Dani Alves trabajaba con la compañía Davic Trend Setter (cuya primera denominación había sido DM3 Fashion Moda), con domicilio en un local comercial junto a la plaza Francesc Macià de Barcelona, dedicada a la compraventa de prendas de vestir de marca. Esta sociedad era compartida con Dinorah Santa Ana da Silva.

Curiosamente, en abril de 2014, había abierto otra empresa denominada Davic Ventures, con sede en Esplugues de Llobregat (donde tiene domiciliadas casi todas sus empresas), dedicada al comercio de joyería y relojería a través de Internet. En esta empresa compartía responsabilidades con Erik Marçal (gran amigo de los hermanos Jonathan y Giovanni Dos Santos) hasta marzo de 2015, fecha en que este último cesó como administrador único para pasar a serlo el propio Dani Alves.

Negocios de futuro

Pero en junio de 2015, el futbolista creó una sociedad unipersonal para encarar sus negocios de futuro en el mundo empresarial: Trendbam Look Society, para la comercialización de ropa y calzado. Con un capital social de 30.000 euros, la sede social es la misma de Sant Just Desvern donde la ex esposa del crack ha domiciliado algunas de sus sociedades. La intención del futbolista, un entusiasta de la moda casual, es comercializar colecciones de diseñadores emergentes.

En Sant Just Desvern, en cambio, mantiene la sede de su inmobiliaria, que tiene un capital social de 1.350.000 euros, en la que figura como administrador mancomunado precisamente junto a su representante y a Lidia Vila, una persona de la confianza de esta última. Ambas habían creado en 2012 la firma Dinorah & Lidia, para la explotación de una cafetería que luego cerró. La empresa explotadora está ahora en fase de liquidación.  Lidia Vila tiene también es consejera y secretaria en la Unió Esportiva Sant Andreu, equipo en el que Dinorah invirtió dinero. Curiosamente, la ex esposa de Alves dejó este club (que volvió a manos de su antiguo propietario, Manuel Camino) en junio de 2015, pero su amiga continuó como consejera. Camino se quedó con la sociedad Strategic Business Development XXI Century para el control del club.

Moda y gastronomía

Alves, pues, controla un pequeño emporio empresarial con intereses no sólo en la moda, sino también en la gastronomía (abrió el restaurante Alquimia Fogo, junto a Teresa Martí y el chef Joao Alcántara) y la inmobiliaria, con la firma Bahía Ilheus Inmobiliaria. Sus derechos de imagen, sin embargo, están en la compañía Cedro Esport, que controla Dinorah, que a su vez controla la sociedad Flashforward, que administra las empresas en las que participa la actual agente de futbolistas.