Broncazo descomunal de un crack del Madrid con James Rodríguez (¡Los tuvieron que separar!)  

El colombiano suelta la lengua y calienta al vestuario

No sentó nada bien. James Rodríguez tuvo un ataque de sinceridad en Japón. El crack colombiano se cansó de mantenerse en un segundo plano, por lo que aprovechó la celebración de la victoria en el Mundialitos de Clubes para pronunciarse.

Ni corto ni perezoso, el cafetero aprovechó la entrevista en la zona mita para aceptar que su continuidad no está asegurada en el Real Madrid; cabe la posibilidad de que levante el vuelo del Santiago Bernabéu este mismo invierno.

De hecho, James desveló que él y su familia están contentos en la capital española, aunque el deseo máximo del futbolista es jugar. En el cuadro de Zinedine Zidane no lo está logrando, no tiene ni continuidad ni regularidad sobre el verde.

Las palabras de Rodríguez eran un secreto a voces, por lo que el contenido no ha sorprendido a nadie. Sin embargo, el momento sí que ha dejado reacciones que han dado mucho de qué hablar.

James suelta la lengua

Mientras que el resto del equipo celebraba eufórico el título, el cafetero aprovechó para lanzar una pulla envenenada al club merengue.

Por el momento, cierto es que los rumores de la posible salida de James han inundado los diarios, pero oficialmente nadie se había pronunciado. Es más, hace una semana, Zizou salió a la palestra y rompió una lanza a favor del centrocampista. Lo quiere en su equipo.

Por todo ello, las palabras del futbolista han caído como un jarro de agua fría en el vestuario madridista. No era el momento de encender la llama ni de distraer la atención. El foco mediático debía centrarse única y exclusivamente en la copa ganada.

En este sentido, un peso pesado del vestuario parece que se molestó más que el resto. Sergio Ramos, el gran capitán fue uno de los más molestos. Tal como desvela Marca, en el club blanco nadie se esperaba que el cafetero fuera a lanzar una exclusiva como ésta en Japón.

El capitán tomó la palabra

Ahora bien, mientras todos se mantuvieron en silencio, Ramos salió a la palestra y le cantó las cuarenta: «No soy nadie para opinar de un tema personal de James. Deseo que esté siempre con nosotros pero cada uno decide su futuro, aunque hoy es un día para estar satisfecho y contento y no centrarnos en otras cosas«, aseguró el andaluz.

Según desvelan fuentes internas del vestuario merengue, aquí no quedó todo. De puertas para fuera, Ramos mantuvo la corrección, pero entre bambalinas, Sergio se encargó de recordarle que en este momento el protagonismo únicamente lo tenía el título ganado.

El internacional español cogió por banda al colombiano y le dijo que las declaraciones estuvieron fuera de lugar. Las palabras fueron hostiles, por lo que los compañeros no dudaron en cortar la discusión.  No era el momento