Messi destroza a Luis Enrique con un ‘top secret’ que quema en el Barça

El astro argentino ha recuperado la felicidad con Ernesto Valverde

Sangre nueva, vida nueva. Leo Messi está mejor que nunca. Encantado de la vida con un nuevo entrenador que en lo poco que lleva ha demostrado ser cercano y comprensivo.

El astro argentino prefiere perfiles de entrenador algo más moderados y con los que se pueda dialogar. Le cansan los tipos muy temperamentales, como Pep Guardiola y Luis Enrique.

Con los dos ex futbolistas, Messi se las tuvo en el Barça. En cambio, tenía una relación mucho mejor con Tito Vilanova, que pese a ser hombre de carácter, era más comedido en el vestuario.

Es por ello que el crack está encantado con la llegada de Ernesto Valverde. Lo ve un entrenador con inquietudes, que constantemente piensa en cómo mejorar el equipo y hacer crecer a los jugadores.

No desde las broncas, no desde la soberbia, sino desde los consejos amigables, la confianza e, incluso, el cariño. Valverde ha sorprendido para bien a toda la plantilla.

Llegarán momentos peores y todos son conscientes, pero agradecen haberse despojado de las tensiones que se vivían con Luis Enrique, demasiado exigente y ansioso en ocasiones.

Neymar no preocupa ni un poco

En su círculo íntimo, Messi ha confesado estar realmente contento. Además, cree que la idea pactada de volver al falso nueve es mejor para él y para todos.

Sin Neymar, el Barça puede olvidar la idea del tridente forzoso y renunciar a los tres delanteros puros para buscar otras combinaciones. Más centro del campo, primer toque y juego en pequeños espacios. Todavía está lejos de lo que ofrecía Guardiola, pero hay cosas que lo recuerdan.

Sin ir más lejos, la alegría del 10 es tal en estos momentos que ha llegado a decir algo muy revelador: con Valverde, el Barça habría ganado el doblete el año pasado.

Son muchos los que piensan que fue Luis Enrique quién tiró la Liga el curso pasado. Los experimentos le salieron fatal y hubo partidos mal preparados.

Valverde parece más consecuente y consciente de lo que tiene entre manos. De qué le puede aportar cada jugador. De lo que realmente necesita. Por eso no pidió estrellas, sino jugadores con oficio.