Los hombres de Messi en el vestuario del Barça

El astro argentino brilla contra el Arsenal en un momento en el que se siente perfectamente arropado por su círculo de confianza

Leo Messi vuelve a mostrar la sonrisa de jugón. Vuelve a lucir esa mirada que asusta hasta al más valiente de los porteros, como Petr Cech, su hasta ahora bestia negra. Vuelve a marcar los goles a pares, como contra el Arsenal en el Emirates (0-2). El astro argentino atraviesa nuevamente un momento idílico, en el que se sabe decisivo rumbo a la conquista de la segunda Champions consecutiva y, por qué no, de un nuevo triplete. El entorno personal que rodea a Messi es una de las claves que sostienen la versión más letal de La Pulga.

Siente la complicidad de todo el vestuario del Barça. Y no es para menos, porque el que no se entiende con Messi tiende a no entenderse con el club. Ibrahimovic, Villa y Tello son algunos de los mejores ejemplos. Con Neymar y, sobre todo, Luis Suárez el astro se siente completo. El delantero uruguayo se ha convertido en su nuevo cómplice dentro de la plantilla. Su confidente, vecino y amigo. La excelente relación entre sus mujeres, Antonella Roccuzzo y Sofia Balbi también suma.

Suárez es ahora el primero de la lista, aunque Neymar se ha ganado un lugar también muy importante. Messi sabe que es el crack del futuro y lo cuida, igual que Ronaldinho cuidó de él. Completan su círculo de confianza Javier Mascherano –su protector, el amigo responsable–, Dani Alves –el amigo bromista– y Gerard Piqué, el amigo de la infancia que lo defendía.

Y luego está Andrés Iniesta, cuya relación con el ’10’ es más cordial, pero de gran afecto. Nadie ha compartido tantas tardes con Messi en el vestuario azulgrana como el discreto genio de Fuentealbilla. Ambos llevan ya 10 temporadas juntos en el primer equipo del Barça. Iniesta es el enlace del club con Messi dentro del vestidor, como lo fueron Xavi Hernández y Carles Puyol.

Los que ya no están

El círculo de Messi siempre ha sido vital para el desarrollo de su carrera. Ronaldinho lo apadrinó en su primera temporada (2005-06), en la que el Barça ganó la Champions. Messi se la perdió por lesión, pero fue talismán. Además del crack brasileño, Deco se convirtió en un gran confidente del astro argentino y Eto’o también desarrolló un cariño especial hacia La Pulga.

El tener la aprobación y apoyo de los mejores, sin duda, le ayudó a crecer más rápido. Pero como siempre le ha ocurrido, también tenía un protector. La figura de un futbolista más responsable, veterano y que se ganó la confianza del crack: Gaby Milito.

Pasó la época de Rijkaard para dar paso a Pep Guardiola. Los dos entrenadores fueron vitales en el desarrollo de Messi, y también algunos de los fichajes que hizo el técnico catalán. El regreso de Piqué a can Barça supuso una tremenda alegría para el argentino, así como el fichaje de Alves, que formó un tándem letal con Messi por banda derecha el año del sextete. Y otro jugador de carácter veterano llegó al vestuario para cubrir la ausencia de Milito: José Manuel Pinto.

Tiempos difíciles

Dos años después, la contratación de Mascherano servía para reforzar la confianza de Messi en la plantilla. El Jefecito tuvo todos los gestos posibles, y hasta le cedió el brazalete de la selección argentina en seña de respeto y admiración incontenible. Luego fue el turno de Cesc Fàbregas, ese amigo especial, cercano, que se convirtió en inseparable de Messi y también compró una casa en la montaña de Castelldefels, cerca del astro.

Sin embargo, el de Arenys tuvo una doble mala fortuna: ni su fútbol llegó a cuajar en el Camp Nou, ni Messi mostró su mejor versión: La segunda parte del año de Tito Vilanova, donde se lesionó, propició su peor año deportivo, a las órdenes del Tata Martino. Un entrenador que también llegaba a Barcelona con la misión de ampliar ese ecosistema perfecto para Messi. No funcionó. Salió.

Luis Suárez ocupa ahora ese lugar que debía llenar Cesc Fàbregas. Además, su mayor experiencia como padre de familia sirve de gran utilidad a Messi. Aunque su verdadera unión llegó con el mate.

Fuera del vestuario

Fuera del terreno de juego, Messi también está perfectamente rodeado. El vínculo con su familia es total. Jorge (padre), Celia (madre), Rodrigo, Martín y Marisol (hermanos) son una piña. En los negocios cuenta con la ayuda de Pau Negre y el abogado Ángel Juárez, así como de muchas otras personas que lo rodean y arropan.

Dentro de la estructura del Barça, su hombre de confianza es Pepe Costa, que asumió el relevo de Juanjo Brau, con quien las cosas se enfriaron. El hijo de Pepe, Álvaro Costa, es otro de los externos con peso en el vestuario, aunque el joven está especialmente bien conectado con Neymar. Mientras el círculo de Messi permanezca cerrado, el astro seguirá marcando las diferencias.