Traición a Isco: el pacto que lo mata en el Real Madrid

Está de vuelta. Gareth Bale superó con nota su regreso a los terrenos de juego. El galés completó cerca de 15 minutos en cada uno de los choques del Real Madrid en el Mundial de Clubes e incluso fue decisivo en el partido de las semifinales ante el Al-Jazira, en el que anotó el tanto de la victoria.

Mientras tanto, en el club blanco se frotan las manos. El Real ha recuperado a uno de sus cracks y pronto Zinedine Zidane podrá alinear a la BBC al completo, algo que esta temporada apenas ha podido hacer.

El plan para Gareth Bale

Pero la felicidad de los responsables en Chamartín no responde tanto al hecho de que la plantilla haya recuperado a uno de los cracks del equipo, como a que el míster podrá ponerlo en el escaparate para darle una salida que contente al jugador y al club.

Bale no quiere perder un euro de su ficha ni tampoco salir si no es a un grande, así como Florentino Pérez no está dispuesto a ingresar mucho menos de los 100 millones de euros que el club de la capital pagó al Tottenham por sus servicios. Algo que pasa por que no se lesione, pero también por tener minutos.

Asimismo, Zidane no tendrá otra opción que darle minutos a la espera de que algún pez gordo muerda el anzuelo.

Y no solo eso. No es un secreto en el Madrid que Cristiano Ronaldo prefiere jugar con un Bale que milita a su servicio que junto a un Isco con el que la relación nunca fue nada buena. A CR7 nunca le gustó que el español le quitara protagonismo y así lo saben en la T4 del Santiago Bernabéu.

Pero esta situación pone en jaque a varios jugadores del primer equipo madridista.

Al banquillo

Isco Alarcón es el primer damnificado. El andaluz estaba siendo el sustituto habitual de Bale mientras el de Cardiff ha estado lesionado, pero de poco o nada le habrán servido sus buenas actuaciones. Gareth será titular sí o sí e Isco perderá sus galones desde ya.

Y el de Benalmádena no es el único. Si hasta ahora Marco Asensio y Lucas Vázquez estaban teniendo los minutos contados, la vuelta y alineación por decreto de Bale les deja en la cola del tren de la titularidad.