Militão y Alaba hacen olvidar la alargada sombra de Sergio Ramos y Varane

El verano de 2021 fue cuanto menos, convulso para la directiva del Real Madrid. No es habitual que en un mismo periodo de fichajes abandonen un equipo dos futbolistas que cuentan con la bandera de indiscutibles. Menos aún si esos dos futbolistas comparten posición. Pero así fue.

En el pasado mercado de fichajes, el conjunto blanco dejó marchar a la pareja de centrales con la que habían ganado cuatro Champions League en cinco años. El primero en salir del barco fue ni más ni menos que el capitán, Sergio Ramos. Tras meses de tira y afloja con su renovación, en una temporada que estuvo lastrada por las lesiones, la directiva dijo basta.

Dos salidas vitales en el mismo mercado

En busca de dos años de contrato, en lugar del año que ofrece el Madrid siguiendo su política de renovaciones a jugadores mayores de 33 años, el camero estiró demasiado la cuerda. Hasta que finalmente la rompió. Al ver que el chantaje no funcionaba para obtener la duración de contrato que deseaba, decidió aceptar la oferta final de Florentino. Con lo que no contaba era con que ya no existiera dicha oferta. Y de la noche a la mañana se vio sin equipo.

Un mes después, aunque de forma mucho más cordial, fue Raphael Varane quien encaró la rampa de salida. Comunicó a la directiva su deseo de emprender una nueva aventura lejos de España, un año antes de que acabase su contrato para que así el club pudiese sacar tajada por él. Florentino lo entendió, agradeció el gesto y aceptó su petición. Y el galo puso rumbo a Manchester.

En un mes, el Madrid había perdido a la que había sido su pareja titular de centrales durante casi diez años. Muchos se llevaron las manos a la cabeza, entendiendo que la zona central de la zaga quedaba huérfana. Pero nada más lejos de la realidad.

En lo que va de temporada, el francés, asolado por las lesiones, tan solo ha disputado nueve partidos como Red Devil. Aún más dramático es el caso del sevillano, que, aun acusando la lesión que lastró su última temporada de blanco, ha disputado una cantidad aún más sonrojante: dos partidos.

Mientras tanto, en Madrid, la jugada ha salido redonda. La apuesta por Éder Militão como un central con gran proyección de futuro, y de David Alaba como piedra angular de la zaga, ha obtenido resultados inmediatos. Y tras solo media temporada, parece como si llevasen media vida compartiendo el centro de la zaga.

Las virtudes de ambos se han complementado a la perfección, y la compenetración entre ellos es impropia de dos futbolistas que llevan tan poco tiempo jugando juntos. Algo que se ha traducido en las cifras defensivas del Real Madrid: el Madrid es el segundo equipo menos goleado de La Liga, mientras que, en competición europea, poseen el mejor registro, con solo tres goles encajados en seis encuentros.

Tras un inicio titubeante, en el que el Madrid mostró en algunos puntos cierta fragilidad defensiva, como fue el partido en el Ciutat de Valencia, en el que los blancos encajaron tres goles frente al colista, la pareja se ha asentado como una de las parejas más fiables de Europa.

Estilos diferentes, pero compatibles

En labores defensivas, Militão es el defensor de las cinco grandes Ligas que más duelos gana (67’7%). Alaba, por su parte, es el segundo defensor de toda Europa con un mayor porcentaje de pases buenos (92’5%). El brasileño destaca en la recuperación, y el austriaco en la elaboración.

Siendo el segundo y tercer jugadores más utilizados por Carlo Ancelotti, solo por detrás de Courtois, el austriaco y el brasileño han conseguido algo que parecía imposible: hacer olvidar los fantasmas de Ramos y Varane.