Keylor Navas recibe avisos de la última jugada de Florentino Pérez (y el problema ya no es De Gea)

El presidente madridista sigue empeñado en buscar un remplazo al costarricense

Keylor Navas ha comenzado la temporada como la acabó, a un nivel extraordinario. El costarricense ha podido realizar la pretemporada completa y se nota en su rendimiento. Ha recuperado su agilidad y velocidad de reacción tan destacadas.

El tico, además, está de dulce con su selección. Costa Rica se impuso a Estados Unidos y ha certificado virtualmente su clasificación para el Mundial de Rusia. El país centroamericano espera volver a dar la sorpresa como ya hizo en 2014.

Sus éxitos, por mala fortuna para Navas, también se traducirán en su salida del Real Madrid. Florentino Pérez le contrató para tener una competencia discreta a Iker Casillas y el ex levantinista se hizo con la portería sin alzar la voz una sola vez.

Pese al excelente nivel mostrado por Keylor al frente de los tres palos merengues, Florentino Pérez quiso venderlo para traer a David De Gea, y su idea sigue muy vigente.

Un portero para el futuro

La obsesión del presidente blanco por contratar respondía a su intención de vertebrar un equipo que liderara la selección española y dominara el futbol europeo los próximos diez años. Con De Gea, Ramos, Asensio o Isco el Madrid sería la referencia de la Roja.

El fichaje del guardameta del Manchester United, además, mandaría un mensaje a los vecinos del Wanda Metropolitano. Una de las últimas estrellas en salir del Atlético defendería los colores madridistas.

Pero ante la dificultad en fichar al madrileño ya sea por los problemas con el fax o por su renovación, Florentino ha reciclado su plan original. Quiere atar a un portero joven que pueda defender al Madrid en la próxima década y marque el prototipo del portero moderno.

Jan Oblak, Gianluigi Donnarumma o Thibaut Courtois cumplen a la perfección con el perfil de una nueva generación de porteros de gran envergadura, buen juego con los pies y adaptación a defensas adelantadas.

Keylor tiene las horas contadas tras el Mundial. El presidente blanco aprovechará la vorágine de la cita continental para sellar su venta y conseguir atar al guardameta que tanto tiempo lleva anhelando.