Monza volvió a convertirse en la peor pesadilla de Alonso: «Otra avería nos priva de sumar»

La retirada de Alonso en el GP de Italia volvió a ejemplificar la falta de recursos de Aston Martin

F1-Fernando Alonso
F1-Fernando Alonso

El Gran Premio de Italia dejó un sabor amargo para Fernando Alonso, que volvió a marcharse con las manos vacías tras un prometedor inicio de carrera. El piloto asturiano, que se encontraba en séptima posición y defendiendo valiosos puntos, tuvo que abandonar por una rotura en la suspensión de su Aston Martin, lo que desató su frustración tanto en la radio con el equipo como después ante los medios.

Fernando Alonso vuelve a ver frustradas sus esperanzas tras un arranque ilusionante

Lo cierto es que la cita de Monza había comenzado con señales positivas para el bicampeón del mundo. Tras una clasificación muy sólida y un buen arranque de carrera, Alonso se situaba dentro del top 10, manteniendo a raya a rivales directos y demostrando que el ritmo de su AMR25 podía darle opciones claras de puntuar.

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Sin embargo, pronto aparecieron los problemas técnicos. El español comenzó a notar fallos en el despliegue de energía del sistema híbrido, un contratiempo que limitaba su velocidad en recta y le dejó expuesto ante pilotos con mayor potencia.  Una situación que se agravó cuando Lewis Hamilton logró superarle aprovechando esa falta de potencia, y desde el muro trataron de tranquilizar al piloto, asegurando que estaban investigando lo ocurrido. La respuesta de Alonso no tardó en llegar y destiló ironía y enfado.

Mientras lo entendéis, perdemos otra posición, gracias, lanzó el asturiano con evidente sarcasmo hacia su ingeniero de pista, evidenciando la tensión que vive el tándem en momentos críticos. Sin embargo, el incidente fue solo el preludio de lo que vendría después. Cuando la carrera parecía encarrilada para acabar en séptima posición, el monoplaza de Alonso sufrió una rotura en la suspensión que obligó al piloto a retirarse a falta de pocas vueltas.

Tras bajarse del coche, Alonso no ocultó su decepción en zona mixta. Seis, exactamente seis puntos se nos han escapado hoy. Íbamos séptimos y no creo que muchos coches más pudieran adelantarnos. Teníamos ritmo suficiente para mantener la posición”, explicó con gesto que mezclaba la seriedad de la situación y la resignación de haber vivido capítulos similares en varias ocasiones esta temporada.

Más allá de esto, Alonso fue aún más allá y hizo balance de la mala fortuna acumulada en las últimas citas: “Ocho puntos en Mónaco cuando rompimos motor y hoy seis con la suspensión. Estamos perdiendo decenas de puntos por pura mala suerte, y eso duele porque el trabajo del equipo en pista está siendo impecable”.

Alonso sufre los errores de Aston Martin… pero sigue defendiendo a su equipo

El piloto quiso dejar claro que, más allá de los problemas mecánicos, su rendimiento y el del equipo habían estado a la altura durante todo el fin de semana: “Hemos hecho una crono espectacular, una salida muy buena, adelantamos en boxes y mantuvimos detrás a un grupo complicado. Ejecutamos el plan al cien por cien, pero otra avería nos priva de sumar”, afirmó el piloto asturiano.

Su reflexión, sin embargo, muestra un patrón que empieza a preocupar en Aston Martin: la falta de fiabilidad del coche está neutralizando cualquier progreso logrado en el apartado competitivo. Y es que el abandono de Alonso se sumó a un resultado gris de su compañero de equipo, Lance Stroll, que terminó en 18ª posición, cerrando la parrilla y dejando a la escudería británica sin puntos en Italia.

Ahora, con Monza ya en el pasado, Alonso prefiere enfocarse en lo que viene. Habrá que seguir intentándolo, no queda otra. Sabemos que tenemos el ritmo, pero necesitamos fiabilidad, declaró de cara al próximo Gran Premio de Azerbaiyán, donde espera recuperar sensaciones y cortar la racha de carreras sin puntuar que arrastra desde julio.

Pero más allá de los puntos perdidos, lo ocurrido en Monza deja claro que la paciencia de Alonso empieza a agotarse. Sus mensajes por radio y sus declaraciones posteriores reflejan la frustración de un piloto que no está dispuesto a conformarse con el papel secundario. Sin embargo, ahora, el trazado urbano de Bakú, conocido por su imprevisibilidad y oportunidades, podría convertirse en el escenario perfecto para que el asturiano recupere la confianza y vuelva a sumar puntos.

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