Zidane sube el tono con un peso pesado del Real Madrid: «Me echarán a mí, pero después irá él»

El técnico francés, muy molesto con la actitud de sus futbolistas

Zinedine Zidane funcionó perfectamente como entrenador del Real Madrid en un momento crítico. La plantilla, harta del talante cartesiano de Rafa Benítez, se entregó al técnico francés y el equipo ganó la Undécima cinco meses después de que la temporada amenazara ruina total. Con el nuevo curso, la complicidad entre Zidane y algunos jugadores se ha desvanecido y el primero está muy enfadado con la actitud de algunos futbolistas.

El empate del Real Madrid en Varsovia agravó el malestar de Zidane, quien públicamente denunció «falta de intensidad» de algunos jugadores para justificar el empate. En un entrenamiento posterior, el técnico francés apretó las tuercas a los futbolistas, pero no encontró la respuesta deseada.

«Me echarán a mí, pero después irá él», le comentó Zidane a una persona del cuerpo técnico de su total confianza. Se refería a un futbolista internacional al que había pedido que fuera más agresivo e intenso durante el entrenamiento.

Las Palmas, Dortmund y Eibar

Zidane está preocupado porque detecta mucha relajación en la plantilla. Y asegura que el Madrid no ganó en Las Palmas y Dortmund porque el equipo levantó el pie del acelerador cuando se puso por delante en el marcador. Mucho más frustrado acabó el día que el Eibar empató en el Bernabéu.

El domingo 6 de noviembre, el Madrid ganó al Leganés por 3-0. Fue una victoria fácil, pero sin la menor brillantez. Zidane dio por bueno el resultado, pero espera una reacción inmediata en las próximas jornadas. En la liga, su equipo deberá visitar al Atlético (19 de noviembre) y al Barcelona (3 de diciembre). El desenlace de estos dos partidos condicionará el resto de la temporada y la relación del técnico con sus jugadores.