Los cabecillas de la rebelión contra Rafa Benítez en el vestuario del Real Madrid

La jornada de selecciones ha calmado un poco los ánimos en el vestuario del Real Madrid antes de la que será, posiblemente, la semana más tensa en Concha Espina. La visita del Barça llega en el peor momento deportivo y anímico, con la plantilla cada vez más distanciada del técnico y con puñaladas por la espalda de unos y otros. Los futbolistas tienen claro que Benítez no es el entrenador que necesitan, y la actitud de éste (entrenamientos robotizados, poco trato personal y tácticas que no convencen) tampoco ha ayudado a cambiar su opinión. Al contrario. Los fuegos de la plantilla son cada vez mayores. Tres son los líderes de la rebelión. Dan la cara.

Posiblemente es James Rodríguez el futbolista que más ha escenificado su descontento con el técnico. Las últimas declaraciones cruzadas son solo la punta de un iceberg cuya mayor masa se encuentra entre las cuatro paredes del vestuario. Miradas, gestos y palabras han provocado que el jugador empiece una guerra particular contra el técnico. Y tiene el apoyo del presidente y de otros dos pesos pesados de la plantilla.

Uno de ellos es Cristiano Ronaldo, que casualmente ha bajado muchísimo el rendimiento desde la llegada de Benítez. No se siente arropado por el entrenador, y ni mucho menos comparte la manera defensiva de plantear los partidos. El otro es Sergio Ramos, que también en público ha disparado con bala en asegurar que las cosas no se hacen bien, tal y como demuestran los resultados. El capitán se muerde la lengua por el bien del equipo, pero un día dirá basta. Él se sabe con los galones suficientes como para poner o quitar al técnico si es lo que más conviene al Real Madrid. En Sevilla a punto estuvo de estallar, pero se mostró comedido en zona mixta.