Leo Messi provoca un nuevo incendio

El argentino focaliza sus nervios con la barba y las redes se ceban con su aspecto paseando a los perros

Leo Messi está inquieto. Compungido. Nervioso. Sus hombros llevan demasiado tiempo soportando mucha presión. Cuando baja el nivel sobre el terreno de juego recibe críticas, cuando está en Argentina su fútbol se convierte en una cuestión de Estado y cuando hace algo mal fuera de los terrenos de juego –véase el juicio por defraudar a hacienda– todo el mundo se le echa encima. Y con razón. Messi está constantemente en el punto de mira. Señalado. 

Ello ha llevado al astro argentino a focalizar sus nervios de distintas maneras. Hubo una época en que eran arcadas y vómitos. Luego empezó con una serie de cambios de look que tienen desconcertados a muchos hinchas del Barça, que cada vez se sienten menos identificados con su aspecto. Ahora, el último síntoma lo encontramos en su barba.

En los últimos días, los fotógrafos han captado a Messi tocándose constantemente el largo bello que se ha dejado crecer en la cara. Es como si ello le relajase, pero en realidad es un mal vicio, como morderse las uñas. De hecho, no solo se la toca, sino que ha empezado a arrancarse pelos de la propia barba, síntoma claro de preocupaciones internas que no encuentran salida. Esa presión. 

Colección de críticas

En cuanto al tema de los cambios de aspecto, las críticas no se han hecho esperar. Y es que cada año sorprende más. Los excesivos tatuajes que se hizo, primero en toda la pierna izquierda y luego en todo el brazo derecho, dejaron perplejos a muchos socios y aficionados del Barça. Este verano se ha teñido el pelo de rubio platino. Y la última imagen que ha salido a la luz, vestido con una camiseta de los Bulls, ha desatado la polémica: muchos en las redes tildan a Messi de «quinqui» y «garrulo».