El primer gran problema de Paco Alcácer con Luis Enrique

El hándicap que frena al valencianista

Presentado oficialmente. Este mismo jueves el último fichaje del FC Barcelona ha sido presentado delante de toda la afición. Paco Alcácer llegó in extremis para configurarse como el gran refuerzo para la delantera de Luis Enrique Martínez. El ex valencianista espera poder disputarse la titularidad con algún miembro de la MSN en su primera temporada como azulgrana.

El joven futbolista llega con objetivos muy ambiciosos y desea ponerle las cosas difíciles al intocable tridente ofensivo: «Aquí están los mejores jugadores del mundo, estar al lado de Luis, Leo y Neymar me va a servir para aprender mucho, la primera impresión ha sido muy buena. Vengo a darlo todo y a aprovechar mis oportunidades lo máximo posible. Mi rol lo decidirá el míster, el año es muy largo y puede pasar cualquier cosa», ha afirmado en sus primeras declaraciones Alcácer.

Las calabazas del Barça para cubrir la delantera

Sin embargo, el futbolista sabe que no ha sido la primera opción de la secretaría técnica y que ha llegado gracias a las calabazas que el Barça ha ido recogiendo este verano. El fichaje del ché ha llegado in extremis, ya que Robert Fernández tenía otras prioridades. Al iniciarse el mercado estival, Lucho tenía un objetivo claro: Nolito. El delantero del Celta de Vigo decidió dar el ‘no’ al club barcelonista y apostar por el Manchester City.

Por su parte, la secretaría técnica tenía otra alternativa prioritaria: . El ariete francés, de 19 años, también declinó la oferta de los culés. Y es que por su juventud, el futbolista buscaba un equipo en el que poder disfrutar de minutos y poder madurar como atacante. Consciente de que en el once titular de Lucho no gozaría de protagonismo, Dembélé no dudó en poner un ‘no’ sobre la mesa de Robert.

Frente a esta doble negativa, el Barça abrió la órbita hacia otros blancos. Los emisarios azulgranas lanzaron una ofensiva al Atlético de Madrid por dos colchoneros: Ángel Correa y Luciano Vietto. En este caso, Correa fue descartado rápidamente, ya que los colchoneros pedían 60 millones de euros por el delantero. En la operación por Vietto, se metió el Sevilla y le ganó la partida a los catalanes. Dos negativas más al saco.

En este caso, la secretaría técnica culé siguió apretando por otros delanteros. Gameiro y Jesús Gabriel fueron las dos opciones que también sonaron sobre la mesa del Camp Nou. Sin embargo, ninguno de los dos objetivos llegó a buen puerto. Por ello, el Barça apretó por la única vía que quedaba en pie: Paco Alcácer. El alto precio por el jugador echó para atrás al club barcelonista en un primer momento, pero finalmente, el Valencia cedió y las negociaciones terminaron en acuerdo.

Alcácer es consciente de que ha llegado al Camp Nou tras un mercado de fichajes en el que la entidad catalana se ha llevado muchas negativas para cubrir la plaza de cuarto delantero. De hecho, no ha sido el entorno más favorable para la llegada de un joven delantero, aunque sin embargo, el valencianista confía en sorprender al cuerpo técnico y hacerse con un hueco en el equipo de Luis Enrique.