El Barça vigila a Dembélé por su vida privada

Ernesto Valverde dispara las alarmas en el club azulgrana

Es el fichaje de los 105 millones de euros: Ousmane Dembelé.

La dura negociación con el Borussia Dortmund deparó unos incentivos por variables de fácil cumplimiento tasados en 20 millones de euros y otros, de difícil cumplimiento, cifrados en otros 20 millones. El total de la operación podría ascender a 145 millones.

Que un chaval de 20 años sea el fichaje más caro de la historia del Barcelona no es moco de pavo. Por este movido hay que cuidarlo a conciencia. Llevarlo entre algodones.

Dembelé es un tipo ambicioso. Llegó al Barça envuelto en presiones. Estaba nervioso en su presentación y se lesionó el 16 de septiembre en Getafe, un estadio fantasma.

Los servicios médicos diagnosticaron una recuperación de cuatro meses tras la ruptura del tendón del bíceps femoral izquierdo. Una lesión muscular de las más peligrosas.

Sin embargo, al poco tiempo, Dembelé ya avanzaba que pensaba volver en dos meses. Acortar a la mitad los plazos de recuperación no sería lo más recomendable: pan para hoy, hambre para mañana.

Asistenta personal

Por todo ello, el Barça le puso deberes y una férrea vigilancia encima. Y es que también se hacía necesario controlar su vida privada.

Dembelé, que tiene como apoyos en el vestuario a sus compatriotas franceses Samuel Umtiti y Lucas Digne, pasa muchas horas en la Ciutat Esportiva. Allí hace trabajo de recuperación.

Suele comer con los jugadores de la plantilla, pero durante el resto de comidas depende de sí mismo. Por este motivo, el Barça en seguida tomó la decisión de contratar una asistenta para él.

Se trata de una persona que trabaja exclusivamente para Dembelé. Le hace la comida y le ayuda para evitar que se mueva más de la cuenta y haga esfuerzos.

“Es un chaval joven, un niño que debemos cuidar y vigilar de cerca”, explican en el Diario As. Valverde lo necesitará, pero no quiere forzarlo. Que se tome su tiempo.