Directivos del Barça recuperan la idea de sondear la venta de Messi

La directiva del FC Barcelona ha rescatado la idea de vender a Leo Messi. No de manera inmediata, pero sí a medio plazo. La necesidad de reducir la deuda del club y la fuerte inversión que necesitará para remodelar el Camp Nou explica que un sector de la junta directiva sondee otra vez la posibilidad de traspasar al astro argentino si llega una oferta superior a los 100 millones de euros.

Messi cobra 40 millones de euros brutos por temporada y tiene contrato hasta el 30 de junio de 2018. El Barça quiere reducir el coste de su masa salarial, cifrada en 419 millones de euros, y el debate sobre el futuro del argentino ha vuelto a instalarse en las oficinas del Camp Nou. A medio plazo, el club necesita un ingreso importante para encarar la ambiciosa renovación del Camp Nou.

La junta directiva, según ha podido saber Diario Gol, quiere apostar muy fuerte por Neymar como el futuro líder del Barça. La eclosión del brasileño podría atenuar una posible salida de Messi, sobre todo si el equipo mantiene su actual tendencia ganadora.

Los casos de Puyol y Xavi

En los despachos del club temen que, a medio plazo, desaparezca la buena sintonía actual entre Messi y Neymar. Actualmente, el brasileño asume el liderazgo del 10, pero su entorno pide un mayor reconocimiento. Neymar ha sido el gran referente del equipo en un momento muy delicado.

 La junta directiva asume que Leo Messi es un futbolísta único, irrepetible. Hasta ahora ha tenido un trato especial, pero en la entidad hay disparidad de criterio sobre su futuro en el club. Mientras algunos directivos sostienen que debería retirarse en el Barça, otros opinan que el Barça no puede prorrogar su contrato con las cifras actuales. Este sector teme que se repitan los casos de Puyol y Xavi, que han cobrado los mejores sueldos en la recta final de su carrera. Justo cuando ha menguado su rendimiento.

Hace dos años, el Barça ya sondeo la posible venta de Messi con una encuesta dirigida a los socios. Eran tiempos difíciles, que coincidieron con la renuncia de Sandro Rosell de la presidencia y la dirección deportiva de Gerardo Martino. Bartomeu y sus directivos descartaron finalmente un hipotético traspaso por su enorme impopularidad.