El Clásico de la final de la Copa del Rey MAPFRE, al descubierto: los detalles más sorprendentes
Real Madrid y Barça vuelven a verse las caras por octava vez en una final de la Copa del Rey


La final de la Copa del Rey MAPFRE 2025 ha deparado un duelo que enfrenta a los dos equipos más grandes del panorama futbolístico español. Once años después de la última cita copera en una final, Real Madrid y Barça vuelven a verse las caras en la lucha por hacerse con el trofeo doméstico.
Un enfrentamiento que, en esta ocasión, fue acogido por el Estadio de la Cartuja, que se convirtió en el escenario de un nuevo Clásico en el que ambos conjuntos lucharían por alzarse con el primer gran título de la temporada. En el caso del Barça, en busca del trigésimo segundo título copero. En el caso del Real Madrid, en busca del vigésimo primer título de esta Copa del Rey MAPFRE
Las curiosidades de la final más esperada por los aficionados españoles
Sin embargo, esta final iba mucho más allá de un simple clásico. La rivalidad entre Real Madrid y Barça siempre deja momentos memorables, pero, debido a la situación de ambos equipos, esta era una de las más anticipadas que se recuerda. Especialmente por el buen momento que atravesaba el conjunto catalán, y por el complejo momento por el que pasaban los blancos, que hacía que en Can Barça llegasen con sed de venganza.
Y es que, a pesar de que el Barça es el conjunto que más veces ha levantado la Copa del Rey, el Real Madrid era su criptonita en la competición copera. Desde los inicios de esta competición, ambos clubes se habían visto la cara en la final en un total de 7 ocasiones, con un total de 4 victorias para el Real Madrid y 3 para el Barça, por lo que el conjunto catalán buscaría poner las tablas en lo que respectaba a enfrentamientos directos.
De hecho, en la historia reciente de la Copa del Rey MAPFRE, concretamente en este siglo, solo se había dado un clásico en dos ocasiones. Y en ambas, Mestalla fue testigo de cómo el Real Madrid se imponía al Barça en una gran final. La primera de ellas, durante la temporada 2010/11, cuando el conjunto blanco se impuso a los azulgranas en la prórroga con un testarazo de Cristiano Ronaldo.
La segunda, solo tres temporadas después, en la campaña 2013/14, ambos conjuntos volvían a verse las caras. Y en esta ocasión, fue Gareth Bale quién firmó una carrera que pasaría a los anales de la historia para dar la victoria por la mínima al Real Madrid, que volvía a imponerse al Barça en una final de Copa, en el mismo escenario en el que lo hizo tres temporadas atrás.
Y es que el saldo de las finales era favorable para el conjunto blanco más allá del cómputo global. De hecho, en la edición de 1943, el mundo del fútbol asistió a la mayor goleada de la historia del Clásico. Ocurrió en las semifinales de la ahora Copa del Rey MAPFRE y, en la vuelta, después de que el Barça se impusiese por tres goles a cero en el Camp Nou, el Real Madrid venció con un abultado 11-1, que a día de hoy sigue siendo la mayor goleada de la historia de este enfrentamiento.
Sin embargo, el saldo global es muy distinto al de las finales. En lo que respecta al cómputo general de los Clásicos en Copa del Rey, el saldo era favorable para el Barça con un total de 16 victorias, mientras que el conjunto blanco se había alzado ganador en un total de 12 ocasiones, y dejando 8 empates en los enfrentamientos en común.
De hecho, el último enfrentamiento entre Real Madrid y Barça en territorio copero hasta esta gran final se remontaba a más de un lustro atrás, concretamente a la temporada 2018/19, cuando ambos clubes se vieron las caras en la semifinal de la competición, y terminó con el Barça en la final tras ganar 0-3 en el Bernabéu y empatar a 1 en el Camp Nou, siendo el último precedente hasta que ambos clubes volvían a verse las caras en el Estadio de La Cartuja.
Un enfrentamiento que estuvo a la altura de las expectativas
Y lo cierto es que, a pesar de todo el revuelo y la polémica que envolvieron la previa del encuentro, el partido estuvo a la altura de la final de una competición como es la Copa del Rey MAPFRE. Un partido que estuvo marcado por los momentos del juego, con un dominio que varió a lo largo del partido. Y la primera parte fue un monólogo del Barça, que monopolizó el esférico y apenas dejó al conjunto blanco jugar.
Un monólogo que fue coronado con un golazo de Pedri desde la frontal del área, que aprovechó una jugada de Lamine Yamal por el perfil derecho para llegar completamente solo por el carril del ocho. El canario soltó un derechazo desde el borde del área ante el que nada pudo hacer un Thibaut Courtois que solo observó como el balón se colaba al fondo de las mallas.
Tras el descanso, todo parecía indicar que la segunda parte tendría el mismo signo, pero nada más lejos de la realidad. La entrada al terreno de juego de Kylian Mbappé fue un soplo de aire fresco para el conjunto blanco, que cambió radicalmente la imagen ofrecida en la primera mitad. Un cambio al que después acompañaron Luka Modric y Arda Güler para terminar de generar un gran efecto en el signo del partido.
De hecho, corría el minuto 70 cuando Mbappé puso el empate en el marcador con un excelente lanzamiento de falta que se coló en la portería defendida por Szczesny, que poco pudo hacer ante su derechazo. Para ese momento, era el Real Madrid el protagonista de un monólogo ofensivo, que dejaba al Barça contra las cuerdas.
Un monólogo que el conjunto blanco remató en el minuto 77, con un gran centro de Güler que Tchouaméni cabeceó al fondo de la red, dando la vuelta al marcador y poniendo por delante al conjunto blanco en la final a falta de poco más de un cuarto de hora para el pitido final del colegiado. Sin embargo, el partido parecía aún lejos de llegar a su fin.
Y así fue, ya que un grave error entre Courtois y Rüdiger a escasos minutos del final, en un balón sin aparente peligro, permitió al Barça poner las tablas en el marcador, por mediación de un Ferrán Torres que logró colarse entre el portero y el central del conjunto blanco para solo tener que empujar el balón a portería vacía. Un gol que prometía media hora más de espectáculo, porque la Copa del Rey MAPFRE se iba a la prórroga.
Ya en el alargue final, las fuerzas parecían comenzar a flaquear por ambas partes. Ambos conjuntos se tantearon y midieron sus fuerzas durante la prórroga, pero cuando la final ya parecía encaminada a los penaltis, un nuevo error del conjunto blanco, en esta ocasión de Brahim y Modric, permitió a Jules Koundé robar un esférico al borde del área merengue, y lanzar un derechazo con el que batió a Courtois y puso el 3-2 definitivo que le daba la Copa al Barça.
Una final de infarto que no solo representó el que es desde hace muchas décadas el enfrentamiento más vibrante del fútbol español, sino que también puso en valor lo emocionante de un torneo tan antiguo como la Copa del Rey que sigue siendo uno de los mejores espectáculos de los que se puede disfrutar a día de hoy en el panorama balompédico español.
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