Isco ensucia el Juventus-Real Madrid: ojo a la cara de Cristiano Ronaldo (y lo que pasó fuera de cámara)

El andaluz dedica un feo gesto al delantero luso

En pie y aplaudiendo. Así reaccionaron los aficionados de la Juventus de Turín que acudieron a ver el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League entre los italianos y el Real Madrid, después de la ehibición de Cristiano Ronaldo

El luso volvió a firmar otra noche estelar. Primero anotó un gol en el minuto 3 que condicionó todo lo que vino a continuación. Los locales se vieron con un tanto en contra demasiado pronto y la ansiedad empezó a hacer mella en el conjunto de Massimiliano Allegri.

El Madrid lo aprovechó, esperó su oportunidad y mató el partido, y con casi toda seguridad la eliminatoria, en cuanto tuvo la ocasión. Y volvió a ser CR7 el que se remangó y se puso manos a la obra.

Cristiano Ronaldo da un recital

Primero rematando de chilena el segundo tanto blanco. Fue el gol soñado por el portugués. El que tantas veces ha intentado y que fue a salirle en el momento preciso. En la máxima competición continental, en uno de los mejores estadios de Europa y ante un histórico como la Juve.

Con razón le valió el aplauso de los tifosi, a los que el delantero madridista agradeció el gesto de reconocimiento.

Pero el recital de Cris no terminó ahí. Todavía tuvo tiempo para dar la asistencia a Marcelo para que el brasileño sentenciara el choque y casi el pase a semifinales.

Así, de nuevo al final del partido, los presentes en el Juventus Stadium volvieron a dedicar una ovación al ‘7’ merengue. Y es que la actuación que firmó le sirvió para llevarse los elogios de todos. O casi todos, porque hubo alguien que ni se inmutó después del despliegue del luso.

Isco Alarcón, indiferente a todo

Este fue Isco Alarcón, con el que parece que no iba la victoria de los de Zinedine Zidane. El malagueño no se acercó en el primer tanto del portugués, mientras que en el segundo fue de los últimos en llegar a la piña que formó el grupo.

Asimismo, no le dirigió ni un pequeño gesto al bigoleador de la noche de camino a los vestuarios ni en el viaje de vuelta a Madrid. Una muestra más de que la relación entre ambos jugadores es nula y de que no habrá sitio para los dos en el vestuario la próxima temporada.