“¿Es verdad?”. Y lo es. Dembélé no lo sabe (y en el Barça nadie se atreve a decírselo)

Progresión ascendente. Poco a poco Osumane Dembélé va adaptándose al FC Barcelona. Con paciencia, el francés está logrando dejar atrás su mal inicio en el club catalán.

Primer se lesionó en una acción fortuita en el partido de la tercera jornada de Liga contra el Getafe. Ocurrió un 16 de septiembre y no fue hasta el 4 de enero cuando pudimos volver a verlo sobre un terreno de juego.

Pero la alegría no duró mucho. Una semana después volvió a caer lesionado. Notó unas molestias en el partido contra la Real Sociedad de la última jornada de la primera vuelta que no le permitieron volver a vestir de corto hasta casi un mes después, cuando reapareció precisamente contra el Getafe.

La nueva etapa de Osumane Dembélé

Desde entonces la trayectoria del galo ha sido muy satisfactoria. Ousmane anotó su primer gol en uno de los momentos más importantes de la temporada, contra el Chelsea el 2-0 que dejaba prácticamente los octavos de final de la Champions League vistos para sentencia, mientras que en los otros partidos en los que ha tenido minutos ha dejado algunas muestras de lo que es capaz de hacer.

Sin embargo, su futuro no pinta tan bien. Los movimientos que tienen entre manos los responsables del club pueden sacarlo en globo del Camp Nou el próximo verano.

Griezmann liquida a Dembélé

Los dirigentes trabajan sin descanso en disponerlo todo para la llegada de Antoine Griezmann, con quien el club culé tiene firmado un precontrato. Salvo algún cambio en los próximos meses, el atacante del Atlético de Madrid será jugador blaugrana el próximo 30 de junio. Y en el Barça no caben todos.

Por eso si llega el delantero francés, en el club estudiarán dar salida a Dembélé en calidad de cedido o incluso traspasado con opción de recompra.

“¿Es verdad?”, se preguntan algunos cracks en el vestuario culé como Luis Suárez o Leo Messi, que se frotan las manos en vistas de la llegada al equipo del francés de Atléti y la posible salida de un Dembélé con el que, a pesar de su mejora en las últimas semanas, sigue sin adaptarse al juego culé y al del astro argentino.