La operación que rompe un pacto y desata la guerra entre Real Madrid y Atleti

La operación de Iker Bravo ha hecho saltar por los aires unas relaciones que ya de por sí no atravesaban su mejor momento

Florentino Pérez Real Madrid
Florentino Pérez Real Madrid

Desde hace ya más de una década, concretamente desde que Florentino Pérez regresase a la presidencia del Real Madrid, allá por el año 2009, ha existido entre ambos el conjunto blanco y el Atlético de Madrid una relación de cordialidad y respeto, a pesar de los múltiples enfrentamientos deportivos que han tenido lugar entre ambas entidades en este periodo de tiempo.

Un respeto que, en el mercado de fichajes, se ha traducido en un pacto de no agresión entre ambos clubes, tanto en lo referente a los futbolistas de la primera plantilla de los dos equipos, como a los jóvenes futbolistas en formación en sus respectivas canteras. Algo que, como ya hemos visto recientemente con el traspaso de Antoine Griezmann al Barça en el pasado verano de 2020, no existe entre todos los grandes clubes de España.

De hecho, ya con Florentino en la presidencia del club de Concha Espina, el conjunto merengue hizo alguna tentativa para hacerse con futbolistas que formaban parte de la entidad rojiblanca en la pasada década. Ejemplos de ello son el Kun Agüero en 2011 o Falcao en 2013. En ambos casos, el conjunto blanco preguntó por ellos de forma respetuosa, pero Enrique Cerezo se negó a reforzar a su rival más directo, y los futbolistas emprendieron rumbo a Mánchester y Mónaco, respectivamente.

El fin de un pacto que ya ha cobrado su primera víctima

Sin embargo, las relaciones entre ambos conjuntos no atraviesan su momento más próspero. Tal es así, que este acuerdo de no reforzarse con futbolistas del otro, llegó a su fin a comienzos de este mismo mercado de verano. Algo que derivó del traslado de uno de los ayudantes del Cholo Simeone rumbo al cuerpo técnico de Carlo Ancelotti. Un hecho que enfadó al Atleti y, sumado a varios roces en los años recientes, terminó por detonar la buena relación entre ambos clubes.

El primer efecto colateral del fin de este acuerdo fue el cambio de orilla de Jesús Fortea, un joven lateral perteneciente al cadete colchonero, que cambió el rojiblanco del Manzanares por el blanco del Santiago Bernabéu. Fue la primera pequeña batalla entre ambos equipos, en una guerra que apunta a ir para largo.

No obstante, el verdadero detonante de la situación ha sido uno de los jóvenes talentos del fútbol español, que apunta a ser una de las grandes referencias de la Selección española con la próxima hornada de futbolistas: Iker Bravo.

El joven ariete español, de tan solo 17 años, forma, hasta el momento, parte de las categorías inferiores del Bayer Leverkusen. Sus buenas actuaciones vistiendo los colores del club germano despertaron el interés de muchos de los grandes clubes europeos, siendo el Atleti uno de los más interesados en hacerse con sus servicios.

No obstante, el Real Madrid no tardó en aparecer en la escena, y cuando el conjunto merengue hizo acto de presencia, a pesar de que los colchoneros tenían las negociaciones encarriladas para llevar al Wanda Metropolitano al joven talento español, finalmente parece que es la oferta del Madrid la que le ha seducido más, y todo apunta a que la rúbrica que vestirá a Iker Bravo de blanco se dará en las próximas fechas.

Una ruptura que se extiende a todas las categorías

Un fichaje con el que el conjunto blanco reforzará el Castilla, y que no hace sino acrecentar la ya de por sí existente tensión que había entre ambos clubes. Una tensión que trasciende las más que habituales chispas que existen en los derbis madrileños, hasta llegar a los palcos en lo que ya parece haberse convertido en una auténtica lucha de poder.

Una ruptura que, por otra parte, tendrá casi seguro efectos colaterales en todas y cada una de las secciones futbolísticas de ambos conjuntos. Y es que, si bien a lo largo de los años ha habido algunos momentos de tensión, como fue el ‘no’ de Cerezo al Madrid por Agüero, sí se han dado algunos negocios entre ambos clubes, como fue el traspaso de Marcos Llorente al club colchonero en 2019. Un traspaso, eso sí, que se efectuó de forma amistosa.

Unas buenas maneras que parecen haberse acabado entre ambos conjuntos, lo cual parece indicar que es más que probable que asistamos en los próximos años a una auténtica guerra civil en el deporte madrileño, plagada de clausulazos, fuga de jóvenes talentos en ambas direcciones, y traspasos que generen aún más tensión de la existente entre ambos clubes.

Un hecho que ya hecho a muchos especular sobre la posibilidad de grandes traspasos entre ambos conjuntos, sin necesidad de que exista la aprobación de ambos equipos. Por ejemplo, Joao Félix, a quien ya intentó fichar Florentino Pérez cuando aún estaba en el Benfica, podría volver a estar en la órbita del conjunto blanco. Quién sabe si el deporte español podría volver a vivir un nuevo ‘caso Figo’.