Madridistas en ‘territorio comanche’

Carlos García, presidente de la Coordinadora de Peñas Madridistas de Cataluña, asegura que "la rivalidad entre el Barça y el Madrid no es sólo deportiva"

Habemus Clásico. De la quincena Barça-Madrid de Liga de esta centuria, siete acabaron del lado barcelonista, y tres, del bando madridista. Carlos Queiroz terminó con veinte años sin ganar el Real Madrid en el Camp Nou (2003-04). Bernd Schuster fue el último técnico blanco en estrenarse con triunfo en feudo barcelonista (2007-08). Y la victoria de José Mourinho (2011-12) supuso para la Casa Blanca la conquista de la Liga de los Récords. De los cinco empates restantes, cuatro, hay que repartirlos equitativamente entre Del Bosque y Capello, y el quinto, corresponde a Mourinho (2012-13). García Remón, Juande Ramos, Pellegrini y Ancelotti firmaron sus partidos por derrotas. Los antecedentes no son muy halagüeños para Zinedine Zidane, que digamos. «Otra derrota, la segunda de la temporada, sería muy dolorosa para el madridismo», asegura Carlos García, presidente de la Coordinadora de Peñas Madridistas de Cataluña.

«No somos un club que demos la temporada por salvada por ganar al eterno rival, no», afirma el sumo pontífice del madridismo catalán en territorio comanche. «Nuestra obligación es intentar ganar a todos nuestros rivales, independientemente de la clasificación, forma parte del ADN del Real Madrid. Aunque es verdad que si los culés nos pintan la cara después del resultado del Bernabéu (0-4), anímicamente saldríamos tocados. No obstante», agrega el también presidente de la Peña Madridista de Bellvitge, «debo añadir que si al Madrid le pintan la cara pero da la cara, yo no estaría tan apenado. Eso sí, tendríamos que buscar soluciones al final de temporada».

El madridismo deserta del Camp Nou

El partido del próximo sábado en el Camp Nou está clasificado de «alto riesgo, nivel cuatro [de cinco]». Aunque esta no es la razón de la escasa afluencia de madridistas al coliseo del distrito de Les Corts. «Desde hace ya algunos años el madridismo catalán se retrae de asistir al Camp Nou», dice Carlos García, mientras da cuenta de la taza de café que tiene sobre la mesa, en una casa de comidas del barrio de La Bordeta donde nos hemos citado. «La razón es sencilla, no voy a descubrir nada», agrega. «En el Camp Nou impera el insulto entre sectores importantes de la grada y no nos agrada. Y eso ocurre porque la rivalidad entre el Barça y el Madrid no es sólo deportiva. Se lo toman como algo más y de ahí derivan las salidas de tono. Esa es la razón por la que yo, y muchos como yo, no vamos al Clásico». Le hablo de Fernando Lugris, el abanderado del Madrid a caballo entre las décadas sesenta y setenta del siglo pasado, que se hizo famoso y mereció el respeto y la admiración del propio Santiago Bernabéu por la gran bandera que desplegaba en el Camp Nou.

«No lo recuerdo», dice el presidente de la Coordinadora madridista en Cataluña. «Sí soy testigo, en cambio, de una gran pancarta de unos quince metros por veinte que desplegó Antonio Reina, presidente de la Peña Madridista de Esplugues de Llobregat. Nos la hicieron quitar, claro. Aunque los medios tampoco se hicieron eco de aquello». Las cosas han cambiado, y mucho, respecto a la presencia de seguidores madridistas en el Camp Nou. «Para mí la causa es de índole política», dice Carlos García. «El deporte tiene que servir para unir, no para enredar con la política. Y al Madrid parece que lo ven de otra forma. Hay que ganarle, pero no porque sea el máximo rival. O porque es el equipo que más copas tiene. O el club que más seguidores tiene en el mundo. No. Parece que hay que ganarle porque es el equipo de la capital. Porque en Madrid se fijan los impuestos –cosa que no es del todo verdad–. Por los problemas políticos, no sé. Es una connotación extraña. Vi un clásico del Madrid de la Quinta del Buitre en el Camp Nou y me dije: nunca más. Tengo conocidos entre el organigrama peñístico del Barça que me ofrecen entradas y las rechazo. Porque hay cosas que no comparto. Para evitar problemas o que se me haga mala sangre, no voy. Lo veo por la tele y punto».

Ejército de un millón de merengones

La Coordinadora de Peñas Madridistas de Cataluña aglutina a 67 peñas, el grueso principal está en Barcelona, luego hay las de Gerona y Tarragona. Aunque también hay otras que están fuera de este colectivo, agrupadas en la Federación de Peñas Madridistas de Cataluña y que suman algo más de 30. En total, en Cataluña existen unas 110 agrupaciones peñísticas madridistas. «Es la tercera comunidad autónoma con más peñas del Madrid después de Madrid y Andalucía. En Andalucía hay 180, creo», resalta Carlos García. En proporción, Cataluña tiene más que que Andalucía. «Sí, porque aquí hay cuatro provincias menos. Pero también es verdad que tenemos un plus que no existe en otros lugares de España, el de la política. Por eso dicen algunos que el madridismo en Cataluña es especial. Yo no lo veo así», añade. A tenor de estos datos, el número de madridistas en Cataluña podría rondar entre los 700.000 y el millón.

La Séptima marcó un antes y un después para el madridismo catalán. «Sí, desde entonces ha habido más valentía. A finales de los noventa vivíamos coaccionados de alguna manera con aquello de las copas en blanco y negro y Franco. Con la Séptima se rompió aquel tabú y el madridismo catalán estalló. Luego llegó la de la era digital, la del 3D [o tres dimensiones] y la Décima. Y sí, le gente empezó a preguntarse porqué tenía que esconderse, sabiendo que el Madrid es el segundo equipo con más seguidores en Cataluña. Aunque no lo quiera admitir un sector importante de catalanes. La Séptima fue un punto de inflexión. Ahora, cuando el Real Madrid gana un título, salimos a disfrutar del momento sin complejos, y eso también se aprecia en la calle. Hoy se ven en la calle muchas camisetas del Madrid, eso, hace unos años, era impensable. No obstante, aún hay recelos, porque en algunos colegios no lo asumen. Conozco historias que se te pone la piel de gallina».

Menos sectarismo en los colegios

Carlos García cuenta un caso. «Conozco a una cría de cuatro o cinco años que se volvió a su casa llorando porque en el colegio le habían dicho si no le daba vergüenza acudir con una camiseta del Real Madrid. Y también a un muchacho al que le acosaron en el recreo cantándole el himno del Barça. Estas cosas no deberían ocurrir en los colegios. Más civismo y menos sectarismo. Para mí, es lo único que falta. Que podamos admitir que todo está bien mientras no te metas con nadie. Que se puede llevar puesto un chándal del Betis, del Bilbao o del Barça, con la misma naturalidad con la que llevas puesto un pantalón tejano. Eso es lo que creo que debe cambiar. Si lo logramos, el mundo del fútbol será mucho mejor».

No existe una relación oficial entre peñas del Madrid y del Barcelona en Cataluña. Eso no quita para haya peñistas madridistas que tengan amigos entre los peñistas culés y viceversa. «Como no sea porque coincidimos en un torneo de dominó o de fútbol sala, no hay ninguna relación entre las peñas de los dos equipos», asegura el presidente de la Coordinadora, socio del Real Madrid 57.914. «Nosotros no compartimos la idea que tienen ellos de la competición. No quiero decir con esto que ellos no la entiendan y nosotros sí. No hablo de eso. Tampoco quiero decir que los buenos sean los madridistas, y los malos, los culés. No, no, no… Simplemente que hay dos formas de verlo y no coinciden. Y cuando no coincides con alguien, sobra todo. Si hablas de fútbol y acabas hablando de política, mejor no entrar en esa dialéctica. Sigues manteniendo una buena amistad y punto».

Contrario a un adelanto electoral

–Si la temporada del Madrid acaba como el rosario de la aurora, ¿serías partidario de adelantar las elecciones?

–No, un adelanto electoral no lleva a ninguna parte. [Las elecciones a la presidencia del Real Madrid deben celebrarse en junio de 2017]

–La temporada próxima se convertiría en una larguísima campaña electoral que empezaría en agosto y con la oposición a Florentino Pérez instalada en Chamartín.

–Me gustaría saber a qué se debe, de verdad, las protestas contra Florentino y los silbidos a los jugadores. El grupo opositor es minoritario y nada claro. Cuando sacan la pancarta con la frase Escucha al madridismo. Florentino dimisión a qué madridismo se refieren. Son una minoría, y conozco a algunos, que se mueven por intereses que ahora no tienen. Con Florentino, el interés común es el Real Madrid. Y nosotros tenemos que remar de la misma manera. Y si no lo hace bien iremos contra él. Yo llevo desde la década de los ochenta metido en el Real Madrid. Tuve una buena relación con Ramón Mendoza, una gran relación con Lorenzo Sanz, con el señor Calderón, ninguna. Calderón ha sido el presidente más negro de la historia del Madrid y aún así, nos ofrecimos para organizarles un acto electoral que declinaron porque costaba dos mil euros. Luego, como pagaba el Madrid, no les importó venir a Barcelona cuando veces hiciera falta. En cuanto a Florentino, ahí está su obra. Sólo basta ver cómo estaba el Madrid a principios del siglo XXI y cómo está ahora.

La mentalidad de los jugadores

–¿Qué ha fallado esta temporada para que se torciera tanto?

–La mentalidad de los jugadores, que no han estado a la altura de las circunstancias. Tienen las mejores instalaciones, están en el mejor club del mundo, pero en determinados momentos han demostrado un pasotismo que nos hiere y nos duele. Porque el Madrid es nuestro, de los socios, y queremos que los jugadores den la cara por el escudo, por el club y por los miles, millones de aficionados que lloran por la pasión que tienen por el Real Madrid. Ahí es dónde se ha fallado.

–El lamentable episodio de la Copa, ¿no es culpa del club?

–No lo creo, en todo caso se debió a la falta de un director deportivo. Aunque no hay que olvidar que Miguel Cardenal, presidente del CSD, obligó a una ponente [Carmen Valverde] a fingir una enfermedad y ausentarse de la reunión del TAD que iba a tratar el caso Cheryshev. Esa señora, posteriormente, dimitió de su cargo. Hacer daño al Madrid sale gratis.

Plantilla versus entrenador

–¿Qué valoración haces de la etapa de Rafa Benítez?

–Yo no valoro mal la etapa de Benítez, en todo caso el comportamiento de algunos jugadores. Yo no puedo estar en un trabajo y decir que el jefe de obras no me gusta. Por encima están los aficionados y el escudo. A partir de ahí, los resultados mandan. Pero insisto: los jugadores no pueden imponer al entrenador, hasta ahí podríamos llegar.

El Clásico llega como siempre en el momento justo. Para bien. O para mal. Insustancial para la Liga, puede actuar en cambio de espoleta cara a la Champions. El madridismo catalán sí lo cree posible. Se muestra animado y confiado. Y si al final sale cruz, Carlos García y la Coordinadora, con sus agrupaciones peñísticas asociadas al frente, seguirán haciendo lo mismo que hasta ahora. Trabajar en las peñas, animar al equipo, en suma, laborando madridismo en Cataluña.