Zidane a Florentino Pérez: “Véndelo” (No lo quiere en el Real Madrid. Y no es de la BBC)

No quiere ni verlo. Zinedine Zidane está más que harto de uno de sus jugadores y ya le ha dicho a Florentino Pérez que se deshaga de él a final de temporada. De hecho, el técnico galo le ha enviado un mensaje a su presidente con una palabra: “véndelo”. Más claro no puede quedar.

No es otro que Isco Alarcón. Zidane le ha puesto la cruz definitivamente al español y no quiere verlos más por Valdebebas el año que viene. El motivo es muy sencillo: está decepcionado con él.

Apostó por él

Y es que todo se remonta al pasado verano. En esa época, había un dilema muy gordo dentro de la entidad blanca. Isco o James Rodríguez debían salir. Uno de los dos. La convivencia de ambos en el vestuario (y en el césped) era imposible y uno debía marcharse.

Pese a que varios pesos pesados del vestuario, entre ellos Cristiano Ronaldo y Marcelo, le pidieron a Zidane que el descartado fuera el español, el míster decidió apostar por Isco y enviar a james cedido al Bayern de Múnich.

¿Fue un error? Ahora Zizou cree que sí. Mientras el andaluz calienta banquillo partido sí partido también el colombiano se está saliendo en la Bundesliga.

De más a menos

Pero lo cierto es que no hace mucho era Isco quien estaba sacándole las castañas del fuego a su entrenador. En el inicio de temporada, cuando bale se lesionó, el centrocampista dio un paso adelante y, gracias a los minutos que le dio ZZ, se echó el equipo a la espalda y tiró del carro.

Pero la buena racha no duró mucho. Con el paso de las semanas (y muchos dicen que desde que inició su nueva relación sentimental con Sara Sálamo) el rendimiento de Alarcón bajó, y mucho. Y claro, con la vuelta de Bale, el español ha vuelto al banquillo, de donde no ha salido. Ni saldrá.

Los cracks presionan

De hecho, no solo es Zidane quien le ha puesto la cruz definitiva a Isco. Varios de los pesos pesados del Madrid, entre ellos el propio Bale, ya le han pedido a Zidane que ni se le ocurra meter al español en el once contra el PSG.

Un Isco que cada vez tiene menos amigos en el vestuario y que, además, ya sabe que su técnico y un buen grupo de jugadores lo quieren fuera.