Y lo peor para el Barça no se vio: Florentino Pérez cierra un pelotazo (y es brutal)

El presidente se lleva una alegría al margen de la victoria del Real Madrid

Doblete histórico. Karim Benzema anotó dos goles decisivos contra el Bayern de Múnich que catapultaron al Real Madrid a la final de la Champions League que se jugará en Kiev el próximo 26 de mayo.

Karim Benzema bayern celebra

El delantero venía firmando la peor temporada de su paso por el Real desde que llegó en el 2009. Nueve goles sumaba el galo en 41 partidos disputados. Pero Zinedine Zidane confió en él. El técnico decidió darle una oportunidad en el que con casi toda seguridad iba a ser el último partido del ariete en la Champions League en el Santiago Bernabéu vistiendo de blanco. Y Karim no defraudó.

Karim Benzema, decisivo

El francés remató a la red el empate a un gol en la primera  parte. En la segunda y a pocos segundos de la reanudación, Karim estuvo muy atento para aprovechar el error de Sven Ulreich y poner por delante a los blancos y la eliminatoria muy cuesta arriba para los germanos. Dos tantos con los que Benzema recuperó su mejor versión.

Karim Benzema gol bayern

Pero la decisión no solo favoreció a los intereses del equipo. Florentino Pérez se frotaba las manos en el palco con la actuación del francés.

La salida del delantero el próximo verano es una decisión tomada en la T4 del Santiago Bernabéu. Muchos de los responsables opinan que lo mejor del delantero ya se vio y su salida es  un secreto a voces en los pasillos del feudo blanco.

El caché de Karim Benzema se dispara

Lo único que frenaba su marcha era que el jugador no estaba dispuesto a salir si no era para ir a un grande y para mantener su ficha. Asimismo, ningún pez gordo estaba dispuesto a pagar los 60 millones que reclamaba Florentino, como mínimo, por su traspaso, si además tenían que mantenerle el sueldo millonario.

Pero el choque firmado por Benzema ha disparado la cotización del francés, por el que el presidente espera que algún club europeo ponga sobre la mesa lo que reclama el Madrid por la venta del galo. Solo es cuestión de que el teléfono empiece a sonar.