Traición a Messi: Solari o “Lo quiero en el Real Madrid”. Florentino Pérez tiene un encargo (y para enero)

El técnico argentino mueve ficha y le pide un fichaje a su presidente

​Santiago Solari se siente fuerte en el banquillo del Real Madrid. Desde que se ha hecho con las riendas del equipo no ha hecho otra cosa que acumular victorias. Victorias que han venido de la mano de goleadas.

Cuatro partidos, cuatro buenos resultados. Esa pequeña ‘mini racha’ positiva es lo que le ha provocado que el argentino tenga el visto bueno de la directiva para acabar la temporada en el primer equipo.

Por mucho que Solari no fuera la primera opción (ni la segunda ni la tercera) de Florentino, ahora al menos se siente con capacidad de tomar decisiones. Todo lo que ocurra de aquí al próximo verano está en su mano.

Es por eso que, quizás consciente de que en la zona noble están buscando a un delantero centro de primer nivel, Solari ​se haya plantado en el despacho del presidente y le haya enviado un mensaje alto y claro: “Lo quiero en el Real Madrid”.

Santiago Solari | EFE

Santiago Solari quiere a Mauro Icardi

Y ese no es otro que Mauro Icardi. El delantero argentino está, de lejos, en su mejor momento a nivel futbolístico. Tras unos años muy convulsos con líos en el vestuario del Inter, el delantero ha encontrado la calma y se ha centrado en lo que mejor sabe hacer: marcar goles.

Y Solari, que sabe perfectamente de lo que es capaz su compatriota, quiere tenerlo en su plantilla. Entre otras cosas porque Mauro ha mandado en más de una ocasión señales al madridismo que estaría encantado de vestirse con la camiseta blanca.

Santiago no acaba de confiar en Benzema y, teniendo en cuenta lo mal que están jugando Gareth Bale y Marco Asensio, el técnico argentino quiere gol y más gol en sus equipo.

Con los números en la mano, Icardi es su hombre: lleva diez goles en 13 partidos. Y eso que precisamente el Inter no es que sea un equipo muy ofensivo. Es más, Icardi es ‘el’ gol del conjunto italiano.

Una opción para enero

Y lo cierto es que a Florentino también le gusta esa opción. Si bien es cierto que el nombre de Harry Kane es el que más ilusiona al presidente blanco, fichar ahora en enero a Icardi por una cifra cercana a los 100 millones es una opción más que apetecible.

Entre otras cosas porque, como bien saben en la zona noble del Bernabéu, Mauro lleva meses rechazando ofertas de renovación millonarias. El argentino sabe que está en el momento adecuado para dar el salto a un grande y, con él, conseguir un contrato de esos que quiten el hipo.

Pero no va a esperar mucho tiempo. Está a gusto en Italia, una liga que conoce ya a la perfección y en el Inter, donde es la estrella y el ídolo de una afición que ni se imagina a su equipo sin él.

Mauro Icardi | EFE

De ahí que no vaya a seguir rechazando las propuestas de renovación durante mucho tiempo. Ahora es el momento de salir. Él lo sabe, y Florentino también. El encargo de Solari ya está encima de la mesa. Veremos si complace o no a su entrenador.

La traición a Messi

Un Florentino que sabe que, además, la llegada de Icardi al Madrid no le sentaría precisamente bien a Leo Messi. Y es que no es ningún secreto que las relaciones entre el crack del Barça e Icardi nunca han sido buenas.

De hecho, hace apenas unos días, tras marcar su primer gol con la selección absoluta, Mauro lanzó un dardo envenenado a Leo hablando de las diferencias entre la Selección Absoluta hace unos años y ahora, que Messi no está: “Cuando vine antes a la Selección no sentía esto que siento hoy. No había tanto compañerismo ni tanta amistad. Ahora somos todos jóvenes, arrancamos de abajo y queremos dar el máximo”.

Messi | EFE

Unas declaraciones que no es que vayan a mejorar precisamente las relaciones entre ellos. Cuenta que Icardi se fue muy quemado de su etapa en el Barça y que estaría más que contento de aterrizar en el eterno rival y plantarle cara a Messi en su Liga y con el ‘9’ del Madrid en su espalda.

Pero para ello Florentino debe dar el último paso. Lo tiene todo encarrilado para hacerlo, falta el empujón final.