Sergio Ramos tiene una pelea bestial fuera del Real Madrid

El de Camas lleva un mosqueo monumental

Sergio Ramos lleva unas cuantas semanas con la mosca tras la oreja en el Real Madrid. El capitán anda bastante molesto con los responsables del club. Y el enfado se remonta a principios de verano.

El jugador ya se olía que Florentino Pérez ficharía algún galáctico, y que este se pondría por encima suyo en la escala salarial. Algo que no le estaba gustando un pelo y ante lo que decidió intervenir.

El de Camas puso al club contra las cuerdas en busca de una mejora de contrato a principios de verano. Amenazó con una oferta de China con la que los medios fueron llenos. Y no fueron pocos los que lo situaban lejos del Santiago Bernabéu. Aseguraron que le había pedido la carta de libertad al club.

Florentino Pérez deja en evidencia a Sergio Ramos

Pero Florentino, lejos de sentarse a negociar, lo dejó en evidencia ante el público. Le dejó ante la afición como un jugador poco comprometido, subrayando que era él quien se quería marchar.

«Ramos y su hermano, su representante, pidieron verme. Me dijeron que había una oferta muy buena de un club chino y que no pueden pagar transfer. Le dije que eso no podía ser y que ya hablaríamos con el club chino. Es imposible que podamos dejar que el capitán se vaya gratis, sentaría un precedente terrible», explicó el dirigente en una entrevista en la cadena SER.

Al final el asunto se diluyó y Ramos se quedó en el Madrid, que es donde realmente quiere estar y donde quiere seguir triunfando.

El enfado de Ramos crece

No obstante, esperaba que tras la llegada de Hazard, que pasó a ser el que mejor cobra del equipo, recibiera un gesto del club. Pero nada más lejos de la realidad. Ramos dejó de ser el mejor pagado y así sigue siendo. Y el asunto le tiene muy mosqueado.

Al futbolista no le gusta un pelo no ser el mejor pagado del Real Madrid. Considera que así debería ser dados los éxitos que ha ayudado a cosechar al club y de más de una década de entrega en cuerpo y alma a la entidad madridista. El año pasado, sinn ir má slejos, fue el úico que tiró del carro.

Sergio Ramos | EFE

Además, tampoco le ha hecho ninguna gracia que desde el seno del club se hayan planteado seriamente los fichajes de Neymar o Pogba, que hubieran llegado con sueldos millonarios y también le hubieran pasado por encima, mientras él seguiría esperando una subida de sueldo.

Un enfado que Sergio no esconde y del que son conscientes muchos miembros del vestuario, así como en la planta noble. Y si la cosa no cambia en los próximos meses, no esperará a que el Real añada más galácticos a la plantilla que le vayan adelantando por la derecha en cuestiones salariales.