Sergio Ramos no calla más: traidor, chivato y vendido (o Florentino Pérez tiene un problema)

Se avecina una guerra civil en el Real Madrid con un crack del presidente blanco

Como pueden llegar a cambiar las cosas para un futbolista de un año para otro. Y si no que se lo pregunten a Gareth Bale, el líder del nuevo Real Madrid e Julen Lopetegui.

El galés ha recogido el trono de Cristiano Ronaldo y se alza ahora como la referencia del equipo, como el crack que tiene que tirar del carro en los momentos importantes. El que se suba al grupo a las espaldas cuando las cosas no vengan de cara.

Así lo esperan en gran parte del madridismo, donde lo elevan a lo alto de la pirámide del Madrid. Sobre todo entre los responsables del club y un importante sector de la prensa afín al club blanco.

Los pesos pesados señalan a Gareth Bale

Sn embargo, algunos miembros del vestuario no comulgan con esta idea. Entre los pesos pesados liderados por Sergio Ramos no olvidan los episodios negativos del pasado de Bale, impropios e un jugador que pretende ser el líder del equipo más laureado de Europa.

Por ejemplo, recuerdan cuando en un partido contra el Leganés en el que el galés no fue titular y venía de algunos partidos en los que Zinedine Zidane lo había dejado en el banquillo, se olvidó las botas de fútbol en el vestuario, teniendo que ir a por ellas con el partido ya empezado.

Gareth Bale AS

Pero no es solo por esto que el núcleo duro no traga con que Bale sea el nuevo líder. Al fin y al cabo, un descuido lo puede tener cualquiera.

Gareth Bale se queda solo

Varios pesos pesados consideraban al británico un chivato de Zidane, que solo acudía al míster a explicar las miserias de sus compañeros en lugar de trabajar para ganarse un puesto.

Tampoco olvidan cuando el delantero proclamaba que quería seguir en el Madrid pero andaba negociando con otros equipos. La amenaza de marcharse si no tenía minutos al poco rato de ganar la Decimotercera es buena prueba de que se dejaba querer de puertas para afuera del Santiago Bernabéu. Un gesto que en el vestuario consideran una traición.

Un problema que llega hasta la T4 del Santiago Bernabéu. Si los capos del vestuario no creen en el nuevo líder impuesto por Florentino Pérez, ¿quién lo hará?