Sergio Ramos lo quiere fuera. Marco Asensio no lo traga (y ni Nacho le habla)

El crack en el punto de mira de los pesos pesados del Madrid

La ‘escapada’ de Gareth Bale con Gales ha sido la gota que colma el vaso para muchos de los responsables del Real Madrid. El británico supuestamente estaba lesionado, pero en cambio se marchó con su selección, con la posibilidad de jugar contra Irlanda. Según Sky Sports, al final el delantero no se vestirá de corto, pero esta excursión es lo que faltaba para un jugador que hace tiempo que anda en la cuerda floja en el conjunto blanco.

Cuando no han sido las lesiones (Bale acumula más de un año de baja en total) son las muestras de poco compromiso y desidia. Asimismo, se esperaba que esta temporada fuera el líder del equipo. El nuevo Cristiano Ronaldo. Pero nada más lejos de la realidad.

Gareth Bale | EFE

Bale está firmando otra temporada para olvidar

El delantero no está dando la cara. Anotó cuatro goles en los primeros seis partidos de la temporada, pero desde entonces no ha vuelto a aparecer. El súmmum se dio en el partido contra el Alavés, cuando pidió el cambio por molestias pero antes de abandonar el terreno de juego lanzó una falta. Así las cosas, solo faltó que después de marchara con su selección.

Tal y como apunta  Sky Sports, el delantero no jugará contra Irlanda y regresará a Madrid antes de tiempo, pero ello no cambia el mosqueo que llevan algunos pesos pesados de la plantilla como Sergio Ramos o Marco Asensio. Futbolistas que tienen ganas de pillarlo por banda y darle un buen toque de atención.

Bale se queda solo

Y lo harán ellos porque en el resto de la plantilla, Bale apenas tiene amigos. Su relación con la mayoría de jugadores es nula. El británico no se habla con Nacho Fernández, Lucas Vázquez, Dani Carvajal y compañía. Solo Karim Benzema al que tampoco leq uedan muchos amigos en el equipo, y Luka Modric, ex compañero suyo en el Tottenham, mantienen una ligera relación con él.

Así las cosas, o Bale espabila o podría verse relegado al banquillo como le ocurrió la temporada pasada con Zinedine Zidane, que no dudó en sentarlo cuando su rendimiento no era el deseado.