Sergio Ramos despelleja a un crack del Real Madrid fuera de cámara (¡Ojo al palo!)

El capitán crucifica aun miembro de la plantilla blanca

Casi nadie lo entendió. La alineación de Mateo Kovacic en el once titular por parte de Zinedine Zidane para el Clásico del pasado sábado sigue siendo uno de los motivos grandes de discordia en la derrota del Real Madrid a manos del FC Barcelona (0-3).

Se especuló durante toda la semana sobre si el míster optaría por un sistema 4-3-3 con Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale en la delantera, o si aportaría por el 4-4-2 ofensivo característico de esta temporada, con Isco Alarcón en la media punta por detrás de Karim y de CR7.

Pero ni uno ni otro. El técnico galo desestimó ambas opciones y se decidió por un 4-4-2 defensivo, con Kovacic y Casemiro de doble pivote, pero con el croata marcando a Leo Messi. Para muchos fue la peor decisión del francés desde que ocupa el banquillo del Madrid.

Sobrepasado

Mateo estuvo correcto en la primera parte, pero en la segunda mitad Messi le hizo un descosido. En el primer gol sin ni siquiera tocar el balón, pues el argentino arrastró Kovacic para que Ivan Rakitic entrara en la defensa blanca como Pedro por su casa, en la que fue la acción del gol de Luis Suárez.

Asimismo, el futbolista estuvo perdido todo el segundo periodo y se le vio sin gas para aguantar sobre el terreno de juego.

Al final del partido el centrocampista del Real fue el jugador más señalado y cuestionado. Muchos denunciaron que Mateo no tiene nivel para jugar en el Madrid y menos en un Clásico ejerciendo un marcaje al hombre al crack albiceleste culé.

El culpable es otro

No obstante, los pesos más pesados del vestuario han salido en su defensa. Sergio Ramos, secundado por el resto de capitanes, señalan que lo fácil es crucificar al croata, pero afirman que en todo caso la culpa no es del jugador, sino del que lo pone: Zinedine Zidane.

Subrayan los capos del conjunto blanco que el responsable de la debacle blanca no es ni mucho menos de un miembro de la plantilla, sino de quien la dirige. No era día para inventos del tebeo.