Sergio Ramos bloquea un fichaje de Solari (y Florentino Pérez) para enero en el Real Madrid

El capitán mueve ficha

Sergio Ramos lo tiene muy claro: lo último que quiere ahora en el vestuario del Real Madrid es que llegue un fichaje que aumente aún más la tensión que ya hay instalada en Valdebebas.

De ahí que, sabiendo que Santiago Solari le ha pedido a Florentino Pérez que mueva ficha para traer a Mauro Icardi en enero, el capitán se haya plantados en el despacho del presidente para frenarlo.

Mauro Icardi | EFE

Sergio Ramos bloquea a Icardi

Y es que, como bien sabe el central, no es el delantero argentino un tipo precisamente fácil y dócil. No son pocas las veces que el ‘9’ del Inter se ha visto involucrado en algún follón, incluso con compañeros de equipo.

Y Sergio no quiere ni verlo. Si bien es cierto que sabe que sus goles le irían de maravilla al equipo, no quiere arriesgar el poco buen rollo que queda en el vestuario por unos cuantos goles.

El de camas, cuentan, prefiere espera a verano, donde la limpieza en el vestuario será total. Ese será el momento de empezar de cero, echar a unas cuantas manzanas podridas y rejuvenecer y darle un aire nuevo a una plantilla que está de capa caída.

Florentino y Solari tienen prisa

Lo cierto es que no se sabe aún si las palabras de Ramos y sus negativa a acoger a Mauro entre los suyos surgirá o no efecto. Florentino tiene muy claro que el Madrid necesita un killer e Icardi está a tiro: no ha renovado aún contrato y ya ha comunicado a la directiva del Inter que si el Real llama a sus puertas querrá marcharse.

Por su parte, Solari sabe de buena mano que Karim Benzema no está precisamente en su mejor momento. El argentino sabe que, a no ser que cambien mucho las cosas, tiene hasta el próximo verano para lograr lo máximo posible con el Madrid.

Y para ello necesito mayor artillería. De ahí que le diga a Florentino que sí a todo. ¿El presidente apuesta por Icardi ahora en enero? Solari dice sí. Cómo no. Quién diría que no. El argentino es uno de los mejores del mundo en su puesto. Eso sí, Ramos, por muy bueno que sea, no quiere ni verlo.

Con la que tiene montada con Isco, Bale, Marco Asensio y compañía lo último que necesita es meter a otra bomba de relojería en el vestuario.