Sergio Ramos a Piqué: la verdad del adiós de Zidane (o tres bombas que Florentino Pérez tapa)

La despedida del técnico fue sobria y formal, pero las razones de su marcha pueden desatar un terremoto en el Real Madrid

La despedida de Zinedine Zidane ha dejado al madridismo en shock. Con la misma cara de acontecido con la que Florentino Pérez compareció ante los medios junto a su ex entrenador, la afición blanca se pregunta, ¿y ahora qué?

El presidente blanco trata de apurar para contratar a Mauricio Pochettino, y mientras tanto, amigos y enemigos tratan de elucubrar los motivos del ganador de tres Champions League seguidas para salir del Santiago Bernabéu.

Zizou esgrimió que lo hacía para facilitar un cambio de metodología que ayudara al club a seguir ganando. Según el técnico, después de tres años los jugadores necesitaban un nuevo discurso y con el suyo difícilmente lograrían continuar en la senda de la victoria.

Una de las personas que conocía la decisión de Zidane de forma personal, y que ya pronosticó su salida durante la temporada, es Sergio Ramos. Y el capitán madridista no tiene reparo en comentar las verdaderas con sus compañeros de selección, incluido un Gerard Piqué siempre dispuesto a hurgar en la herida merengue.

Zidane observa el entrenamiento del Madrid junto a su asistente

Ramos jugó con Zidane y más tarde ejerció como fiel capitán del entrenador en el campo. Creía en sus métodos y en su filosofía y siempre defendió su figura. Por esa razón, también ha sido su confidente en sus momentos más bajos y sabe que hay tres temas clave para su marcha.

El primero y más importante es que Zidane no notó la confianza absoluta de la directiva cuando llegaron las vacas flacas. Discretamente, el entrenador apuntó a la eliminación con el Leganés como un momento muy duro. Sabía que de no tener la reputación que tiene, Florentino le hubiera largado como a Pellegrini, o como a Ancelotti en caso de no alzar la Champions.

El segundo motivo es la falta de fuerza para dirigir los egos de una plantilla que no se contentó ni con la consecución de un hito europeo. Zizou sentenció a Bale, pero su gol y posteriores declaraciones, unidas a las de Cristiano, le minan la moral para equilibrar el reparto de minutos e importancia en el juego de los dos miuras.

Uno de ellos, consideraba el técnico, debería salir, y ahí es donde llegar el tercer problema. El que más interesa tapar a Florentino. Es el hecho de que el presidente acaba por tener todo el poder de decisión en los fichajes, y sigue empeñado en echar a Benzema y Keylor, manteniendo a un Bale sentenciado por su técnico.