Sergio Ramos a Florentino Pérez: “No puede ir al Barça” (y no es Griezmann, ni Arthur)

El capitán del Real Madrid presiona a su presidente

Sergio Ramos es muy consciente que Florentino Pérez tiene en mente realizar una serie de fichajes galácticos este próximo verano. El central del Real Madrid coincide con su presidente en la opinión de que la plantilla blanca necesita una revolución, y de las buenas.

Sin embrago, el andaluz teme que, llevado por al marketing y no tanto por la planificación deportiva, el mandatario opte sólo por acometer los fichajes más llamativos y no tanto los necesarios.

Y hay uno que es muy necesario: el de un central. En concreto el de David Alaba. El defensa del Bayern de Múnich es, sin dudad alguna, la prioridad absoluta para el capitán.

Entre otras cosas porque, viendo el nivel que está mostrando la defensa blanca esta temporada, se hace muy urgente fichar a un crack que le acompañe de manera regular y definitiva (no como Raphael Varane) en el once del Real.

¿El problema? Que el FC Barcelona también ha entrado en la lucha por el suizo. De ahí que Ramos le haya dicho a su presidente: “No puede ir al Barça”.

Josep Mª Bartomeu va a por David Alaba

Y es que, al margen de los más que cerrados fichajes de Arthur y Antoine Griezmann, en el Camp Nou quieren también a Alaba para que, a corto-medio plazo, sea el recambio perfecto de Gerard Piqué.

Teniendo en cuenta que lo más probable es que Thomas Vermaelen se marche este verano y que Yerri Mina se vaya cedido un año, Ernesto Valverde le ha pedido a Bartomeu que Alaba sea el tercer fichaje.

Un Barça con presente y futuro

Un fichaje, el de David por el conjunto culé, que completaría una plantilla azulgrana de infarto. Algo que el central del Madrid teme, y mucho. Ramos lleva muchos años en el fútbol y es consciente del potencial que tendrían los de Valverde con el refuerzo de Alaba, sumado a los de Arthur y Griezmann.

De momento ninguno de los dos equipos, ni Barça ni Madrid, han hecho llegar una oferta formal por el crack del Bayern, pero Sergio, nervioso por la urgente necesidad del Real de ir a por él, ya le está metiendo prisa y presión a su presidente para que no se duerma.