Piqué o lo que pasó con Hierro que nadie quiere contar (y Sergio Ramos calla)
La defensa de la selección ha sido uno de los puntos más débiles durante el Mundial y los centrales han señalado al culpable
La eliminación de España a manos de Rusia en los octavos de final del Mundial ha supuesto un fuerte chasco para la Roja, pero no ha sido para nada inesperado.
El combinado nacional comenzó mal el campeonato con la destitución de Julen Lopetegui, y su puesta de largo en todos los partidos no ha sido la de un equipo que hubiera pasado página al mazazo.
En la sucesión de desastres protagonizados por el conjunto español, ha habido varios señalados. Ante la anarquía general, varios futbolistas alzaron la voz ante su nuevo entrenador, Fernando Hierro, y una de las peticiones más fuertes venía de parte de Gerard Piqué.
El central catalán, que tampoco ha rendido al nivel esperado, achacaba la inseguridad de la defensa al pésimo estado de un David De Gea incapaz de transmitir seguridad. Ante su mal estado de forma, Piqué quiso cortar su cabeza. Pero su petición se silenció en el vestuario.
Piqué no tiene el mismo poder de convicción en la Roja que en el Barça, y su ofensiva contra De Gea estuvo apoyada tímidamente. Ramos, que compartía su opinión, no quiso condenar al portero públicamente y su silencio propició el desastre.
La idea que se rumiaba en el vestuario era, precisamente, que ante Rusia se viviría un partido lento de mucho desgaste, y que cualquier fallo podría enterrar las aspiraciones españolas.
La desgracia llego en forma de penalti, y de un momento que De Gea no pudo aprovechar para reivindicarse, se pasó a una tanda final que echó aún más tierra sobre sus hombros. De Gea transmitió una debilidad que le puso en el foco de las críticas, transmitiendo que hasta una pena máxima era culpa suya.
El motín de Piqué confirmó su razón de ser, pero era demasiado tarde. España quedó fuera del Mundial y De Gea volverá a Manchester sin oferta alguna de Florentino Pérez.
