“Piqué no lo traga”. Y no es el único. O “Pregúntale a Sergio Ramos”

El capitán del Real Madrid tampoco aguanta más

Seleccionador nuevo, vida nueva. La llegada de Luis Enrique al banquillo de la Roja ha cambiado muchas cosas en el día a día del combinado español. El asturiano ha impuesto varias normas que tienen con la mosca tras la oreja a varios de los pesos pesados del grupo.

Limitaciones que consisten en eliminar gran parte de la libertad de la que gozaban los jugadores con Julen Lopetegui y Fernando Hierro.

Ni móviles, ni tiempo libre

Luis Enrique prensa seleccion

Una de ellas, por ejemplo, es la prohibición del uso de teléfonos móviles durante las comidas. Para los jugadores se acabó el chatear, consultar información, fotografiarse o simplemente echar una partidita al juego de turno.

Asimismo, se han eliminado las tardes libres con que contaban los futbolistas y que aprovechaban para pasar el tiempo fuera de las Rozas con sus allegados, sus amigos o entre ellos. Por el momento, Luis Enrique no ha programado ninguna.

Otro de los privilegios con el que contaban los españoles era que si España tenía un partido fuera del país y otro en la península, acostumbraban a tener libres la noche o la mañana (o ambos), antes de juntarse de nuevo con el grupo.

Ahora esto también ha cambiado. Los jugadores viajarán en vuelos directos y todos juntos. Así, viajarán directos de Londres a Elche, después del partido que disputarán en Wembley. Del mismo modo, en los amistosos de octubre, los planes pasan por viajar directamente de Cardiff a Sevilla.

Luis Enrique, el detonante para Piqué. Y ojo a Sergio Ramos

Unas decisiones que tienen a los jugadores de la Roja muy mosqueados y que ya conocía un Gerard Piqué que ya conocía la forma de proceder de Luis Enrique y que por eso “no lo traga”. De hecho, aseguran algunos que la llegada de Lucho al banquillo de España habría sido el detonante final para que Piqué renunciara a la selección.

Aunque el catalán lo tenía decidido, algunos le pidieron que siguiera. Sin embargo, cuando el central supo que el ex del FC Barcelona sería el entrenador, la respuesta fue más que rotunda.

Y no es el único. El capitán del equipo, Sergio Ramos, también empieza a estar hasta la coronilla de Luis Enrique y sus normas. “Pregúntale”, dicen desde la concentración de la selección. El de Camas y los capos de momento callan, pero las decisiones del nuevo míster no están gustando un pelo en el vestuario. Mucho ojo.