«Patadas, puñetazos y gritos”. Sergio Ramos desatado: ¡pelea en el Real Madrid!

El capitán la lía tras el empate ante el Brujas

No eran precisamente pocos los que pensaban que el Real Madrid de Zinedine Zidane iba a pasar por encima del Brujas anoche en el Bernabéu.

Los blancos llegaban de hacer un partido serio ante el Atlético de Madrid y con la necesidad de sumar los primeros tres puntos de la liguilla de la Champions tras la derrota en París ante el PSG en la primera jornada.

Pero a los veinte minutos lo belgas iban ganando 2-0. Si bien es cierto que la fortuna acompañó al Brujas en sus dos tantos, la imagen del real estaba siendo lamentable. Los belgas corrían a la contra como Pedro por su casa ante un real desarbolado en defensa y nulo en ataque.

Sergio Ramos 3

La bronca en el vestuario a la media parte fue tal que en la segunda el equipo de Zidane salió con otra actitud y consiguió revertir la situación logrando un empate. Eso sí, el daño ya estaba hecho. Con el Bernabéu pitando a los suyos, quedó muy claro que este nuevo proyecto no tira.

Sergio Ramos la lía

Es más, cuenta que al acabar el partido el lío en el vestuario fue de los gordos. “Patadas, puñetazos y gritos” apuntan desde el entorno del club. Y todo ello con el capitán al frente. Un capitán que acabó mostrando su enfado de manera evidente de puertas hacia dentro.

Y es que, por mucho que no tuviera precisamente Sergio su mejor noche, la voz más autorizada del vestuario estalló. Sergio Ramos es muy consciente de que esta temporada debe ser una temporada con títulos. Tras el fracaso del pasado año, el Madrid no se puede permitir otro año en blanco.

Sergio Ramos 2

El problema es que jugando así no parece que el equipo esté en condiciones de ganar nada. Ramos lo sabe, y por eso está más que cabreado. De puertas hacia fuera siempre protegerá a los suyos, pero la pelea interna es más que evidente.

Y todo ello con un Zidane en el punto de mira. El técnico sabe que está entre la espada y la pared. Los pesos pesados también. El proyecto se tambalea.

Una derrota y un empate en las dos primeras jornadas de Champions, su competición fetiche, no es precisamente un balance positivo. Sergio lo sabe, y no esconde su cabreo.