Modric, Benzema o Lucas Vázquez o “¿Sabes lo de Isco?”: la última (y fea) en el Real Madrid

El malagueño tiene el plan perfecto para salir de su delicada situación

El enfrentamiento entre Isco y Solari parece que ya toma otros tintes. No mejores, pero diferentes. Si antes, las ruedas de prensa del técnico argentino se centraban, prácticamente y en exclusiva, a intentar preguntar al mister por qué el malagueño no juega, ahora se ha pasado al modo del ‘pasotismo’ y la normalidad.

Salió cuatro minutos

El andaluz ha perdido por completo su sitio en el once de Solari y son contadas las ocasiones que dispone de minutos. Sin ir más lejos, ayer ante el Alavés, el técnico decidió darle entrada a cuatro minutos de acabar un partido que ya estaba sentenciado.

Un gesto que podría no haber gustado al de Arroyo de la Miel. Pero, lo cierto es que lo planes del internacional español son muy diferentes a los que tenía semanas atrás cuando no entendía ese ostracismo al que le tiene sometido su nuevo ‘jefe’.

Isco Alarcón y Santiago Solari| EFE

Isco se lo toma a broma

En los últimos partidos se le ha visto relajado en el banquillo y tomándose a broma que no saliera al terreno de juego. Fue pillado hace un par de partidos bromeando con Luca Zidane sobre su estado físico y su rol de suplente. 

isco luca zidane

El plan del malagueño

La actitud ha cambiado totalmente en el futbolista. Y es que, desde el entorno del jugador malagueño se comenta que tiene el plan idóneo para acabar ganando el pulso a Solari. Y no es otro que aguantar hasta final de temporada.

Tanto él como el resto de sus compañeros tienen claro que el entrenador argentino saldrá del equipo a final de campaña. En el Real Madrid buscan un inquilino para el banquillo con caché y liderazgo, algo que Solari no tiene, aunque le estén acompañando los resultados este último mes.

“¿Sabes lo de Isco?” comentan ya entre los compañeros. Y es que Isco solo tendrá que esperar estoicamente a que Ceballos, Asensio, Vinícius, Bale y compañía jueguen más que él hasta final de temporada y, después, volver a recuperar el estado de forma con el que llegue en junio. Lo tiene claro: quién ríe el último, ríe mejor.