Marco Asensio alucina: la verdad de Valverde (o lo que hacen sus niños mimados fuera del Barça)

El descalabro del Barça en Champions marca una línea que Marco Asensio evitó al fichar por el Real Madrid

La derrota del Barça en Roma tiene tantas lecturas como aficionados culés hay en el mundo, pero hay una muy clara que ha venido mostrándose durante toda la temporada. El diseño de la plantilla no ha sido correcto y la temporada de mayor gasto barcelonista de la historia es un completo desastre.

Esta desorientación en la secretaría técnica y la dirección deportiva, no obstante, no es nueva. Y uno de los mayores exponentes de este desvarío es Marco Asensio. El balear estuvo a punto de fichar por el club azulgrana pero prefirió el Madrid. Ahora alucina con el verdadero panorama de la ciudad deportiva Joan Gamper.

Valverde comparece ante los medios / EFE

Un banquillo sin personalidad

Ernesto Valverde ha vivido una montaña rusa de emociones desde que llegó al Camp Nou. El estrepitoso resultado en la Supercopa de España le puso en el punto de mira de muchas críticas, pero las solventó en liga gracias a una apuesta conservadora que pudo tejer tras la lesión de Dembelé.

Una vez la cosa se ha puesto más seria, y con toda la plantilla disponible, el Txingurri no ha sabido dejar su impronta. Ha pecado de tibio en sus apuestas, a medio camino entre el 4-4-2 que le agrada y los equilibrios por hacer hueco a todas sus estrellas.

La sensación que había dejado en Champions League antes de la calamitosa derrota frente a la Roma, así lo demostraba. El Barça no ha ganado fuera durante esta edición y cuando ha salvado partidos, ha sido gracias a Messi.

El gran responsable de los éxitos barcelonistas lleva el 10 a la espalda y manda en el campo, pero también fuera.

Messi trata de salvar a su equipo frente a la Roma / EFE

Figuras agrandadas

El argentino se ha hecho dueño y señor del club, y eso tiene consecuencias. Neymar salió del equipo para ser líder de un proyecto sin Messi. Bartomeu ha fiado gran parte de su presupuesto a sus renovaciones millonarias, y el vestuario está a sus pies.

Luis Suárez es el amigo íntimo del delantero culé y quien respalda sus decisiones. Ambos forzaron para traer a Coutinho pese a la oposición inicial de Iniesta, y forzaron a jugar durante el 1 de octubre. No tienen oposición en la plantilla.

Piqué es el único con fuerza suficiente para presentar batalla, pero el central está en otras, centrado en su papel como hombre de negocios y futurible presidente. Son todos pesos pesados con los que es difícil lidiar, y Valverde no ha podido imponerse.

Para muestra, un botón. Dembelé se está haciendo famoso en Barcelona por sus fiestas. Desde que llegó, las informaciones sobre sus malos hábitos de vida y poco compromiso. El hecho de que disputara 8 decepcionantes minutos ante la Roma habla de una clara desconfianza hacia él.

Dembelé en el suelo durante un momento del partido ante el Leganés / EFE

Los fichajes fallidos

El extremo francés es la muestra más clara de la fallida política de fichajes llevada a cabo por el Barça, y del mal uso que ha hecho de la plantilla Ernesto Valverde. Pero no es el único, desde que se escapara Asensio hay muchos futbolistas que se han marchado de Barcelona hartos de esperar oportunidades, y también los hay que siguen sin saber muy bien por qué.

Es el caso de un André Gomes que pasó por delante de Paulinho cuando el Barça necesitaba de un revulsivo. Su actuación fue la esperada, al igual que la de un Paco Alcácer cuyo aporte fue testimonial. Rafinha y Deulofeu, mientras tanto, podían observar el espectáculo desde sus destierros.