La paga y señal de Bale para una casa de 4 millones de euros que tiene a Florentino Pérez con un ataque de nervios

La guerra entre el galés y el presidente está servida

Los despachos del Santiago Bernabéu están que echan humo. Los responsables del club trabajan a destajo en la preparación de la próxima temporada. No quieren que les pille el toro como les ocurrió el año pasado, tras las fugas de Cristiano Ronaldo y de Zinedine Zidane.

Los blancos se encontraron de repente sin dos de los pesos más pesados, y clubes y entrenadores, conscientes de las necesidades del Madrid, pusieron unas condiciones a Florentino Pérez por cada una de las operaciones que quiso llevar a cabo que el presidente no estaba dispuesto a aceptar. Por eso el mandatario quiere hacer las cosas a paso lento pero firme. Despacio pero con buena letra. Y son varias las operaciones que tiene en mente, otras tantas a punto de empezar y alguna que ya está en marcha.

Bale, en la rampa de salida

Pero antes de entrar, primero deben dejar salir. Y la lista de descartes no es corta. Marcelo, Toni Kroos, Jesús Vallejo, Isco Alarcón… y también Gareth Bale. El galés está sentenciado en el club de la capital. Y Florentino tiene grandes esperanzas puestas en su traspaso. Sabe que es una de las mejores armas que tiene para negociar y quiere jugar bien sus cartas.

Las intenciones del dirigente pasan por incluirlo en una operación con el Tottenham en la que entren Harry Kane o Christian Eriksen, dos de los jugadores marcados en rojo en la lista de pretendidos. Florentino sabe que los Spurs estarían encantados de reabrir las puertas a su hijo pródigo y quiere aprovechar el tirón que tiene en Londres.

Pero Bale no lo tiene tan claro. Todo lo contrario. Gareth no quiere volver al conjunto londinense. No considera que sea un equipo de primera línea. Prefiere aceptar otra de las ofertas que tiene sobre la mesa.

Bale se cierra en banda

Esta es la del Manchester United. Los red devils nunca han escondido su afinidad con el británico y quieren contar con sus servicios el próximo curso. En este sentido, Pérez podría aprovechar para intentar llevar a cabo un cambio de cromos por Paul Pogba o por Rashford, dos futbolistas que  también gustan en Chamartín.

Pero el presidente no piensa aceptar ni de broma negociar con el United. No por la cantidad en la que tasan al delantero y que Florentino considera ridícula por un jugador de su caché y que costó al Madrid más de 100 millones de euros. Y es que desde Old Trafford no dan más de 80 entre fijos y variables.

Cristiano Ronaldo, Bale y Florentino Pérez| EFE

Pero lo que está poniendo de los nervios de verdad al ‘presi’ es que Bale sigue a lo suyo. Apuntan que lo tiene todo acordado con el Manchester y que incluso ya tendría un domicilio apalabrado. Solo le faltaría dar la paga y señal. Algo que Pérez se está tomando como un desafío.

Florentino tendrá la última palabra en cuanto a una posible venta al United, pero es Bale el que decidirá en el resto de escenarios. Y ojo: tiene contrato hasta 2022. Y el jugador podría llevar al límite la situación. Si no lo venden al club que él quiera, tendrán que ‘comérselo’ hasta entonces.